Realmente es sorprendente esta película, no tanto por sus valores, que no son muchos, como por su concepción: he aquí un "anime" (lo que se suele definir como un "manga" familiar", para entendernos) hecho no en Japón, ni siquiera en Estados Unidos, sino en la mismísima y cañí España, además con una peculiar línea narrativa itinerante que, enteramente, parece promovida por el Ministerio de Turismo español o las respectivas consejerías de las comunidades autónomas: Sevilla, Valencia, Santiago, Bilbao, Madrid, Barcelona, Baleares... prácticamente no queda un monumento español de alto nivel (bueno, sí, La Alhambra de Granada, por ejemplo) sin que sea visitado por los protagonistas, también muy políticamente correctos: el samurai japonés, todo un héroe que ha de luchar contra el malvado de turno; la chica empollona pero buena gente; el niño para el que el viaje es un rito iniciático; el lince antropomorfizado, que lucha contra su traición...80'