Well, this movie of William Malone... ¡Uy, perdón! Con esto del título en inglés se me ha ido la olla... Valga esta petulante broma para denunciar, en dos líneas, el uso y abuso de los distribuidores yanquis en España, manteniendo títulos en inglés como éste, que parece un trabalenguas. En cuanto a la película en sí misma, nos encontramos ante uno de esos raros ejemplos del cine de terror actual que no basa el miedo que promete en ofrecer despanzurramientos varios, en línea con el subgénero "gore", ni en lanzar riadas de sangre de mentirijillas sobre el atribulado espectador, sino en algo bastante más sutil, y, por tanto, más difícil de conseguir: la creación de una atmósfera de misterio, de sobrecogimiento, que traspasa la mera intriga para trabajar solapadamente en los mecanismos indescifrables del pánico.
La historia, desde luego, hubiera dado para un festín de hemoglobina artificial: un rico chalado y su hastiada mujer dan una fiesta a la que invitan a un grupo de gente, todo ello en un viejo psiquiátrico que ardió tras la rebelión de los locos contra sus aún más dementes médicos. Pero el por aquí desconocido William Malone opta por otra alternativa, la que conduce directamente a esa difusa zona del cerebro que genera la sensación de miedo. Los encerrados en la casa encantada irán cayendo, como es de rigor, uno tras otro, pero se suceden las sorpresas, generalmente bien hilvanadas, y sólo al final el director recurre a los efectos visuales infográficos; hasta entonces sus armas habrán sido sólo amagar y no dar, enseñar algo para que la imaginación haga el resto... en fin, lo que se espera de una buena película de terror de toda la vida.
Y no es que el final no esté a la altura del resto, pero parece como si, cuando el horror muestra su verdadero rostro, se perdiera algo el tono inteligente y sagaz que recorre el filme en el resto del metraje. Buen trabajo del oscarizado Geoffrey Rush como el repulsivo millonetis, obsesionado por el más difícil todavía en la sádica tarea de producir miedo en los demás, y de Famke Janssen, su odiada (en un sentimiento cordial y mutuamente compartido) esposa, una mujer deseosa de librarse definitivamente de la pesadilla en forma de alianza que lleva en el dedo.
House on haunted hill -
by Enrique Colmena,
Jan 01, 2000
3 /
5 stars
Terror en el psiquiátrico
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