Pelicula:

Esta película forma parte de la programación del 59º FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE GIJÓN/XIXON (FICX).

El cine rumano sigue generando películas curiosas, y sigue también generando nuevos cineastas, como es el caso de esta cinta, dirigida por sendos profesionales que proceden de campos diferentes al de la dirección: Monica Stan es guionista y en la realización hasta ahora solo había hecho algunos cortos; George Chiper procede del campo de la dirección de fotografía, parcela en la que se ha labrado una buena reputación. Ahora, en comandita, afrontan este su primer largometraje, aportando Stan el guion y Chiper la fotografía, en este peculiar drama contemporáneo.

La acción se desarrolla en nuestros días, en algún lugar de Rumanía, en un centro de acogida de drogodependientes para su rehabilitación. Vemos el cuestionario de entrada de una chica, Daria, en ese centro, y así nos enteramos que se inició en la droga a través de su novio yonqui, que ahora está en la cárcel, por lo que los padres consiguen que entre como interna en el centro. Allí en principio es acogida con cierto desdén, hasta que el que hace las veces de jefe dentro de la comunidad de internos, llamado Spartac, la toma bajo su protección...

Imaculat es una película ciertamente curiosa, aunque nos parece que también insuficiente. Presenta una historia centrada fundamentalmente en la protagonista y sus relaciones con los otros internos del centro, y en ese sentido es una historia válida por su aproximación a un entorno escasamente hollado por el cine. Otra cosa es que la forma en la que se ha hecho resulte poco creíble; porque no es muy verosímil que en estos centros, como aparece aquí, los internos estén mezclados y sin ningún tipo de diferenciación: hombres con mujeres, adultos con menores de edad, en un “totum revolutum” cuya autenticidad se nos hace extraña. Tampoco la manera en la que se conduce la trama, con los internos adultos ejerciendo una protección sobre la desvalida protagonista en la que no hay ni atisbo de sexo, resulta demasiado creíble, aunque así debería ser, desde luego. La parte final, cuando llega el vigilante que el novio encarcelado ha enviado para “cuidar” de su chica (en realidad para controlarla de parte del presidiario) tampoco resulta precisamente verosímil, con una serie de sucesos que parecen más propios de una tormenta de ideas que de un guion ya perfectamente perfilado y equilibrado.

Así las cosas, gusta el tono del film, y su forma, en la que Stan y Chiper apuestan por los primeros planos, los planos cortos o, como mucho, medios, con lo que consiguen una especie de auscultación permanente de los rostros de la protagonista y los personajes secundarios, haciendo un escrutinio de sus caras, buscando encontrar en sus gestos las emociones que estos tratan de ocultar, en especial la protagonista, cuyo hieratismo, evidentemente, conviene a su personaje, una chica tímida involucrada en un fregado (la adicción a la heroína) que la supera absolutamente, e internada en un centro de rehabilitación donde impera la ley del más fuerte.

Como es consustancial al cine rumano moderno, menudean los planos-secuencia; se ve que en el país que romanizó Trajano lo del plano/contraplano da como repelús... En principio, nada que objetar; al contrario, el plano secuencia es un recurso que, bien utilizado, puede ser muy interesante y aportar mucho a una película. En este caso nos parece que quizá se abusa de ese recurso, que además, en contra de lo que viene sucediendo cada vez más frecuentemente en el cine rumano, es muy estático, se pueden llevar minutos sobre un mismo personaje, generalmente la protagonista, con frecuencia sin diálogos, solo la cámara apostada sobre su rostro, ora despierta, ora dormida.

Tiene Imaculat una vocación evidentemente realista, casi naturalista, como se evidencia en escenas como la de la toma de orina por parte de la protagonista para su análisis, o el pase de las pastillas de una boca a otra entre dos de los personajes del film; también es interesante que la cámara se centre en la protagonista y sus compañeros, mientras que el resto del personal, tanto los del centro como la madre de la prota, apenas si aparecen, y si lo hacen la cámara no apunta a sus rostros casi nunca, siempre con una austeridad en la puesta en escena ciertamente encomiable, aunque en el fondo no sepamos a dónde quieren ir a parar los directores, con una última parte en la que la confusión se adueña de la narración, y un plano final, con el estrambote de una escena mientras se suceden los créditos, que pareciera indicar que la liberación de la chica solo vendría por dejar de ser “inmaculada”, como se titula la película, extraña moraleja de lo más peculiar.

Film que parece nihilista aunque su final pudiera parecer lo contrario, habla también de la dificultad, quizá la imposibilidad de salir definitivamente de la droga, pero también lo entendemos como una denuncia sobre la violencia, ya física, ya moral, en el interior de la pareja, en este caso con guardia vicario que controla en nombre del macho de turno, y del que la protagonista solo podrá escapar vía desvirgue (que es una forma de escapar cuando menos curiosa...). Pero el film se hace innecesariamente largo, innecesariamente premioso, como si los largos planos sobre la protagonista tuvieran un significado especial que, nos tememos, no existe. Es cierto que los directores huyen del maniqueísmo buenos/malos, y tampoco es el típico panfleto que acusa a la sociedad en general, o a los padres en particular, de todos los males que les ocurren a los adolescentes, pero el conjunto dista de alcanzar ese tono de buena película que las primeras imágenes nos hacía presagiar, con ese rostro compungido de la prota mientras contesta, con una vocecita que no le sale del cuerpo, el rígido cuestionario de la empleada del centro de rehabilitación.

El trabajo actoral descansa sobre todo en la muy neófita Ana Dumitrascu, que hace con esta su segunda aparición ante una cámara, después de un corto, en lo que se nos antoja un salto demasiado grande. Es posible que tenga futuro como actriz, pero aquí no lo terminamos de ver.

(30-11-2021)


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114'

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Imaculat - by , Dec 02, 2021
2 / 5 stars
Curiosa pero insuficiente