El cine americano ya no sabe qué hacer para atraer a los públicos a las pantallas, manejando los mismos resortes de siempre y tratando de combinarlos de manera diferente, cuando lo más fácil sería utilizar la inteligencia y buscar la novedad en lo argumental.
Aquí, en esta nueva producción, una vez más, se mezclan diversas fórmulas que ya fueron éxito en su día. Por una parte se toma a un héroe de las películas de acción, como Chuck Norris, y se le presenta como ídolo de un joven e imberbe muchacho asmático, que sueña a todas horas del día con este ídolo. La profesora, de origen oriental, toma cartas en el asunto, habla con el padre y le ofrece a su tío, también oriental y especialista en kárate, que regenta un restaurante de la familia, para que instruya al muchacho en las artes marciales. Es aquí, en este punto, donde la cinta toma el camino de la serie de Kárate Kid, con alumno que aprende y maestro oriental con su filosofía característica. Y como también ocurría en este grupo de películas, no podía faltar tampoco el clásico certamen de kárate para que el protagonista se enfrente a su más directo rival, una especie de primo de Zumosol, chulete por demás como su maestro, al que se encargará de vencer, en la edición mayor, el propio Chuck Norris.
De esta forma se aúnan las películas de acción de este actor y se rebaja la edad de los protagonistas para que también puedan acudir los pequeños espectadores. La película, lógicamente, está dirigida por su hermano Aaron, en la misma línea de vulgaridad de las anteriores de Chuck Norris.
Juntos para vencer -
by Francisco Casado López,
Oct 14, 2012
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5 stars
Mezcla de fórmulas
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