El documental es, quizá, el género que más está avanzando en las últimas décadas, el que más está cambiando, modificando su anterior aspecto habitual de clásico reportaje para convertirse en algo más complejo, donde con frecuencia realidad y ficción se mezclan sospechosamente.
No es el caso de esta La ciudad oculta, un paseo de ochenta minutos (y le sobrarían setenta...) por las catacumbas del metro (al parecer el de Madrid), un viaje por las entrañas de la ciudad, todo un entramado de túneles, pasajes, alcantarillas, un submundo de pesadilla fotografiado tan exquisita como vacuamente.
Porque la película, nos tememos, peca de uno de los defectos peores que puede haber en un documental (realmente en cualquier obra artística), el de ser un producto estetizante, que busca la belleza, o una cierta belleza, sin aportar otra cosa que no sea esa preciosura: la beldad es el mensaje, entonces, un hermoso papel de celofán que envuelve la nada.
Porque La ciudad oculta carece de algo parecido a una idea que transmitir; su discurso, como decían los críticos eruditos de los años setenta, empieza y termina en su propia inanidad: todo se queda en ofrecernos las imágenes de esa “ciudad oculta” a la que se refiere el título, un intrincado laberinto de luces y sombras, de texturas en color y en borroso blanco y negro, filmado bien con cámaras de alta definición o con la baja calidad de las cámaras de seguridad.
Un fastuoso banquete visual manifiestamente vacío. Su director, el canario Víctor Moreno, se ha especializado en documentales, siendo quizá el más famoso (dentro de un orden...) el titulado Edificio España (2014), que rodó realmente en 2007 pero que tuvo problemas para exhibirse por una demanda interpuesta por el entonces propietario de ese edificio, el Banco Santander. Moreno tiene buen ojo para la imagen, pero nos tememos que le falta llenarla de contenido. Eso sí, con 80 minutos de metraje, los títulos de crédito finales no son inferiores a 5, como si en vez de un modesto documental lo que hubiéramos visto fuera todo un blockbuster de Hollywood de superhéroes en leotardos...
80'