Pelicula:

Los artistas y creadores, afortunadamente, no se jubilan. Y aunque las normas del mundo del cine, sobre todo en Estados Unidos, les impiden muchas veces proseguir con normalidad y asiduidad su carrera, es frecuente ver directores de edad avanzada que siguen rodando y haciendo cine. Éste es el caso del francés Claude Chabrol, que a sus 73 años sigue filmando prácticamente una película por año. Y dicho esto, habría que añadir que también en la creatividad y en el arte se puede notar el cansancio, el agotamiento de ideas o de la forma de llevarlas a la práctica.


Algo de esto ocurre en La flor del mal, cinta del prolífico director parisino en la que asistimos de nuevo a sus planteamientos argumentales más queridos: una pequeña ciudad provinciana, un clan familiar, una dicotomía entre viejos y jóvenes, unos turbios sucesos del pasado que terminan por aflorar en el presente. Pero a ese interés del relato no corresponde ni su guión ni su puesta en escena: La flor del mal es una película plana, lineal y cansina. Una película que sólo levanta algo su nivel en algún diálogo ingenioso o algún personaje con fuerza, como la vieja tía Line, y en el tramo final, cuando el desenlace argumental hace subir el interés.


Parecen pues lejanos los tiempos de obras maduras de Chabrol, como La mujer infiel o El carnicero, y en sus últimos títulos, como en No va más o Gracias por el chocolate o este film que comentamos, sólo asistimos a la repetición un tanto mecánica y artificial de unos esquemas que ya no funcionan como antaño.



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104'

Año de producción

La flor del mal (2003) - by , May 28, 2019
1 / 5 stars
Cansancio creativo