Una de las cosas que más se echa de menos en muchas películas de hoy en día es que carecen de una auténtica base para contarnos una historia que, en la mayoría de las ocasiones es muy breve o casi inexistente, y de esa forma se alargan innecesariamente o se hacen reiterativas.
No es que seamos partidarios de las adaptaciones de novelas al cine, ya que después surge la discusión sobre lo adecuado del pase de una obra literaria a imágenes, pero ciertamente cuando esto ocurre, al margen de si ha sido mejor o peor trasvasada la novela, se nota que hay una historia detrás.
Y esto es lo que ocurre en esta ocasión con la novela semiautobiográfica de Bryce Courtenay, un afrikáner que ha llevado a las páginas de un libro parte de sus propias experiencias, adobadas con algo de ficción, y de donde se puede extraer en el fondo del relato la batalla por la dignidad que mantiene el protagonista cuando se va haciendo mayor, inculcada por los sabios consejos de un viejo, y la estupenda idea de que se ha de creer en el poder de la propia conciencia, en la fuerza de uno. Pero al mismo tiempo, y conforme la película avanza, surge también el drama de una nación sometida, ansiosa de libertad, de poseer su propia entidad.
John G. Avildsen es un director experto en dos temas que aquí se tratan, la juventud y el boxeo, a través de películas como Rocky y Karate Kid en sus orígenes y continuación de esas series, y a decir verdad saca un buen partido tanto de los actores jóvenes como de los veteranos que conforman el reparto.
La fuerza de uno -
by Francisco Casado López,
Mar 29, 2013
2 /
5 stars
La propia conciencia
Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.