Que el cine europeo es una pujante realidad (aunque su alcance, lamentablemente, sea el de un reino de Taifas estanco, en el que es difícil que un filme se exhiba en un país que no sea el de su origen) lo prueban productos como este “La ola”, que le puede dar sopas con onda a gran parte de la producción yanqui con la que los inmisericordes distribuidores nos castigan. No es que sea una obra maestra, que no lo es, pero sí una película hecha con intencionalidad, bien narrada, con un tema candente, inspirada bastante libremente en un caso real ocurrido hace más de cuarenta años, pero que no pierde actualidad.
Un colegio en la Alemania hodierna. En la llamada “semana de proyectos” se plantea llevar a cabo una instrucción monográfica sobre algún tema relevante: uno de ellos es de la autocracia o dictadura; el profesor, un hombre que ha sido extra-sistema y “okupa” durante años, decide hacer un experimento con los que se han apuntado al curso, y los prepara como si fuera una especie de grupo, con su líder, sus uniformes, sus consignas… Se trata de que conozcan por dentro como nace y se desarrolla el fascismo, pero el grupo comienza a mostrar una cohesión inesperada y un entusiasmo por las ideas autocráticas que empiezan a inquietar a la comunidad colegial y a su entorno.
Dennis Gansel ya tocó el tema del nazismo (recurrente, como es lógico, en el cine alemán) en su anterior e interesante “Napola”, si bien entonces lo hizo con una historia ambientada dentro del propio III Reich, y ahora lo hace en nuestros días, denunciando la fácil manipulación de una juventud sin valores, que lo tiene todo pero en realidad no tiene nada. Dicen que el Hombre ha matado a Dios, pero lo ha sustituido, ¡ay!, por una PlayStation… Quizá la mayor dificultad del filme era dar con verosimilitud cómo un numeroso grupo de descreídos chicos de hoy día pueden, poco a poco, ir sintiendo la fascinación de una ideología aberrante; ése quizá sea el gran acierto de Gansel y su equipo, que el espectador se crea que los jóvenes nihilistas de hoy día podrían ser también, si las circunstancias históricas y sociales lo propiciaran, inicuos agentes de la Gestapo o las SS.
Brecht, en “La resistible ascensión de Arturo Ui”, exponía el famoso aforismo que afirmaba que la perra que había engendrado a Hitler estaba otra vez preñada; “La ola” viene a hablar de eso, de que no estemos tan seguros de que hoy por hoy no es posible, otra vez, aquel infierno tan temido. Y lo peor es que depende de nosotros, los seres humanos, con lo que aviados estamos…
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