Siempre hemos dicho que la mejor arma del cine es el ingenio y la inteligencia. Frente a eso sobran los medios abundantes, ya que con originalidad, buen gusto y buenas maneras se consigue siempre un gran producto. El mejor ejemplo es este film hecho con una cámara casi a plano único y dos buenos actores deambulando delante de ella, sin que ni por asomo parezca teatral.82'