La segunda versión cinematográfica de la popularísima zarzuela de Tomás Bretón y Ricardo de la Vega fue ésta que hizo Benito Perojo, reputado productor y realizador español de la época, en plena Segunda República, constituyéndose inmediatamente en un gran éxito de público e incluso de crítica.
Fue la mejor versión, superior a la primera, muda, de 1921, de José Buchs, y también a la tercera, de 1963, de José Luis Sáenz de Heredia. El guión sigue fielmente la archiconocida zarzuela: en el Madrid de las chulapas y los chotis bailados en una loseta, dos hembras de excelente buen ver coquetean con un farmacéutico, a la sazón vejestorio pero ricachón. Pero un joven enamorado de una de ellas va a terminar con esta situación.
Para la época en la que está rodada, a mediados de los años treinta, esta versión de La verbena de la Paloma tiene incluso aires de superproducción para lo que se estilaba entonces. Benito Perojo supo darle a su película un tono directo, intentando huir de la casi inevitable teatralización de las zarzuelas trasladadas al cine, y en parte lo consiguió. Los números musicales forman parte, por supuesto, de la memoria colectiva del pueblo.
78'