Dentro de la novela policiaca la autora norteamericana Mary Patricia Plangman, más conocida por el seudónimo de Patricia Highsmith (1921-1995), es una de las más famosas junto a Agatha Christie, y sus obras han sido llevadas al cine y a la televisión más de una treintena de veces e incluso en varias versiones. Suelen estar centradas en la culpa, la mentira y el crimen, con personajes bien definidos, siempre al límite del bien y del mal. Ahí están sus títulos más conocidos como Extraños en un tren (1951), de Alfred Hitchcock, o A pleno sol (1960), de René Clement y su nueva versión El talento de Mr. Ripley (1999), dirigida por Anthony Minghella, incluso la española, no declarada, en tono de comedia, de Extraños en un tren, Me debes un muerto (1971), de José Luis Sáenz de Heredia, con Manolo Escobar y Concha Velasco.
El título hace alusión a las dos caras del dios romano Jano cuya celebración era en el mes de enero y a la doble conducta de los dos personajes masculinos. La novela fue publicada en 1964 y tal vez no sea de las mejores y más conocidas de Patricia Highsmith, pero está bien construida como un thriller psicológico. Está llevada a cabo por Hossein Amini, el guionista de Drive (2011), que debuta en la dirección de un largometraje cinematográfico y le confiere una puesta en escena interesante.
Chester MacFarland, un estafador americano, que ha arruinado a varios clientes, visita Atenas con su esposa Colette. Allí conocen a Rydal Keener, un joven buscavidas que hace de guía para ganar algo de dinero con pequeñas estafas a los turistas que no dominan el idioma en los cambios al hacer sus compras, con el que hacen una amistad ocasional. Cuando Chester tiene problemas con un detective que le sigue por haber hecho el desfalco a sus inversores, Rydal se ofrece a ayudarles a salir de Grecia y viajar a Turquía para escapar tanto de la ley como de su turbio pasado, del que su mujer está al margen, a diferencia del personaje en el libro. A partir de ahí se inicia el suspense y la tensión de este thriller que se va acelerando hasta el tramo final en el que surge la acción en una persecución por las calles de Estambul.
Esta adaptación cinematográfica de la novela, de la que se han hecho cambios en lo referente a la ubicación de la trama para hacerla más exótica, tiene sabor al cine clásico de este género, ya que se desarrolla en el año 1962. En este caso no se ha modificado la época como suele hacerse con frecuencia para darle un aire más moderno.
Como es habitual en las novelas de Patricia Highsmith, empieza por pequeñas cosas y termina metida en el suspense, habiendo mejorado en este caso la película al libro, entre otras cosas en la composición del matrimonio McFarland, haciéndolo más glamuroso, al tiempo que indaga en el lado más oscuro del ser humano y en sus puntos más vulnerables.
Muy bien Viggo Mortensen, con un físico casi desconocido, que personifica un personaje ambiguo y enigmático, al que le da buena respuesta Oscar Isaac y en menor medida Kirsten Dunst.
Para ser el debut en la dirección de Hossein Amini, que se encargó también del guion, lleva la narración a buen ritmo, aunque le falta intensidad emocional al darle una forma fría y academicista, pero con una buena ambientación.
Interesante la banda sonora del español Alberto Iglesias, cada vez más internacional.
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