Malnazidos

Durante la Guerra Civil Española tuvieron lugar meses de duros y sangrientos combates que dejaron tras los enfrentamientos miles de muertos en las trincheras de ambos bandos. El capitán de la Quinta Brigada del Ejército Nacional, Jan Lozano, abogado mercantil de profesión, es el encargado de llevar una misiva a la Sexta Brigada para lo que tiene que atravesar las líneas del enemigo. Tras ir a auxiliar a un compañero que se ha tirado en paracaídas desde un avión derribado en combate, cae prisionero de un pelotón enemigo junto con su conductor, el joven Decruz, mientras estaban en esa misión. Deben ser fuertes y afrontar lo que viene para tratar de huir.

La única posibilidad de escapar de la muerte es intentar convencer al enemigo de que han de luchar juntos para librarse de lo que se les viene encima, que es un peligro mayor del esperado, que obligará a los dos bandos rivales a unirse contra un nuevo y desconocido adversario, por lo que tendrán que dejar a un lado las diferencias y el odio mutuo y así podrán luchar contra los muertos vivientes y evitar el convertirse en unos infectados.

Tras ser elegida para la inauguración del Festival de Sitges de 2020, la maldita pandemia ha trastocado las programaciones de muchos títulos, tanto extranjeros como nacionales, y ahí está la prueba, suponemos, de Malnazidos (2020), que nos llega con dos años de retraso, según su fecha de producción, salvo que sean otros los motivos, que desconocemos, de llegar tan tarde a las carteleras de su estreno. En esta ocasión se ha jugado con cierta astucia en el lanzamiento de esta película ya que en el tráiler en ningún momento aparece nada que se refiera a la existencia de muertos vivientes en la pasada Guerra Civil Española.

Esta vez se mezcla un acontecimiento bélico histórico con esta cuestión de ciencia ficción que no viene al caso y que no pega ni con cola, lo que creemos que tira por la borda lo que podía haber sido una aventura histórica de esa lucha entre hermanos de las que, por supuesto, hay miles, que hubieran sido más interesantes para ser llevadas a cabo y con un cierto rigor. En algunos momentos se hace un poco reiterativa y eso alarga demasiado la narración.

La historia comienza con el capitán Jan Lozano a punto de ser fusilado por los suyos al ser considerado un traidor, cuando su tío, el general Lozano, lo libra por tercera vez de morir y a cambio le manda llevar una comunicación a la Sexta brigada, y para ello le da un coche, pero como no sabe conducir le pone de conductor al joven soldado Decruz.

El guion, basado en la novela Noche de difuntos del 38, de Manuel Martín Ferreras, hace una buena descripción de los tipos, el sargento republicano Jacinto, el andaluz Jurel, el especialista en explosivos Mecha, como la propia mujer que forma parte del grupo apodada Matacuras o la monja Sor Flor, pero todo ello queda por tierra con la introducción de los zombis que aparecen de vez en cuando un grupo de ellos tras algunos momentos de calma en los que fluyen los diálogos para ir conociendo algo más de los componentes del grupo. La tensión se mantiene más que por el interés que pudiera tener el relato, por saber en el orden en el que irá cayendo cada uno hasta el previsible final.

La interpretación es correcta en general ya que tampoco ofrece una gran dificultad en ese sentido el trabajo a realizar.

La dirección se la reparten entre el catalán Javier Ruiz Caldera, de quien conocemos sus films Anacleto: Agente secreto (2015) y Superlópez (2018), y el debutante como realizador de un largometraje Alberto de Toro, que ya coincidieron ambos en los títulos antes citado, este último como montador.