Con frecuencia tener una buena idea en cine no es suficiente, es necesario saber aprovecharla, sacarle todo el partido posible y obtener un buen resultado en su puesta en imágenes.
A poco que busquemos en la historia del cine se puede encontrar un buen puñado de películas que pusieron en práctica esta misma idea de la invisibilidad de un ser humano, con mayor o menor fortuna y, con toda certeza, con menos medios y sin la avanzada sofisticación de que se dispone hoy en la industria cinematográfica.
Carpenter retoma la vieja idea, se rodea de varios afamados guionistas y sin embargo no es capaz de sacarle partido. Se queda en lo meramente espectacular, en el hallazgo de lo visual, y cuando desaparece la sorpresa, se acaba la película, que no hace más que darle vueltas a lo mismo. Para disimularlo mezcla diversos géneros: el cine de acción, la comedia y hasta la historia de amor romántico e imposible.
Un alto ejecutivo, tras conocer a una guapa muchacha y pasar una noche de borrachera, se queda dormido y expuesto a unas radiaciones que le convierten en un hombre invisible. La Policía y las potencias del Estado van tras él, en la convicción de que este hombre invisible es la más poderosa arma de espionaje. El protagonista tan solo encuentra refugio en la guapa chica conocida la noche anterior.
Algunos hallazgos cómicos y de efectos especiales constituyen todo el atractivo del film, con un soso e inexpresivo Chevy Chase y la atractiva Daryl Hannah.
Memorias de un hombre invisible -
by Francisco Casado López,
Oct 21, 2012
1 /
5 stars
Idea desaprovechada
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