El éxito de “Amadeus” (ver crítica en CRITICALIA), de Milos Forman, que consiguió varios Oscars de Hollywood, movió a la cinematografía alemana a dar su propia versión sobre la vida y, sobre todo, la muerte de Wolfgang Amadeus Mozart. De ese empeño nace este “Olvidar Mozart”, planteado como si de una película policíaca se tratara, de tal forma que seis testigos de su vida y de su muerte darán sus respectivas versiones ante el jefe de policía sobre las posibles causas del fallecimiento del genio de Salzburgo.
Se trata, pues, de un “whodonit”, un “quién lo hizo” o, por decirlo con otras palabras, “quién es el asesino”, sólo que con un escenario de época, un fiambre ilustre y unos posibles criminales de ringorrango, no faltando, desde luego el archisospechoso Salieri, el responsable, según la versión de Forman, del pasaporte al otro mundo de Mozart. Slavo Luther hizo con ésta su primera película, tras una larga experiencia en la televisión checa, y el resultado fue interesante, algo lento y, por comparación con el escarizado “Amadeus”, bastante más pobre en ambientación y medios. El único actor conocido, al menos en esta parte del mundo, es Armin Mueller-Stahl, el padre de Jessica Lange en “La caja de música”.
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