Después de destacar con su corto La primera vez y ser nominado al Oscar en 2007 por Éramos pocos, Borja Cobeaga debuta en el largo con Pagafantas y gana en el Festival de Málaga 2009 la Biznaga de Plata al mejor guión y el Premio de la Crítica. Tras estas expectativas parecía que Cobeaga era poco menos que el salvador de nuestro cine, el director que iba a revolucionar la comedia española, y eso puede llevar a decepcionar a quien vea ésta su ópera prima.
Chema es un chico sin oficio ni beneficio, deseoso de ligar, que se enamora de Claudia, una argentina sin papeles, pero ella únicamente le considera su mejor amigo, sin que tenga esperanzas de llegar a más. El guión, que tiene algo de autobiográfico, según ha confesado el director, tan sólo logra una comedia con intenciones comerciales de agradar a todos los públicos, ajustándose a los parámetros convencionales.
Hay que agradecer que no caiga en las borderías tan frecuentes en estos momentos en el género, sino que lo haga con cierta delicadeza en los diálogos y situaciones cuando aborda el sexo. En este sentido dignifica la comedia juvenil sin copiar al cine americano, pero le falta la suficiente garra como para atrapar al espectador al que pretende ir dirigida, aunque no aparece por ningún lado el ingenio y la comicidad que se pretendía que tuviera. De seguir así, Borja Cobeaga no va a salvar al cine español, ni va a formar ninguna revolución con este film que no rompe los esquemas, simplemente hace una comedia entretenida sin más.
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