CINE EN SALAS
Siempre hemos sido muy partidarios del género policiaco cinematográfico por el interés y el suspense que en muchas ocasiones se suscita a lo largo de sus argumentos, y cuando ya pensábamos que se habían visto todos los posibles casos, siempre surge alguna trama nueva o una manera distinta de contarla, que pensamos que es lo que ocurre en esta película.
Eva encuentra un nuevo amor con Nazario, un famoso escritor que acaba de publicar una nueva novela. Eva, tras divorciarse de José, un policía alcohólico, posesivo y violento, espera construir una nueva familia con Nazario, que es viudo, cuya esposa murió en extrañas circunstancias, y tiene una hija, Alicia, en edad adolescente.
Sin embargo, el exmarido de Eva regresa para amenazar su felicidad actual, obligándola a enfrentarse a su traumático pasado y pidiéndole que vuelva con él, ya que se ha reformado. Este regreso de José se convierte en un auténtico trauma en el que lo ve por todas partes o eso le hace pensar su imaginación, ocasionándole un miedo constante de que vuelva a aparecer. Para tranquilizarse se marcha con Alicia a una apartada casa que Nazario posee en un pequeño pueblo entre las montañas del Pirineo a pasar unos días las dos solas.
Son varias las sospechas que se producen en esta trama policiaca acerca de Nazario, un escritor famoso, debido a la muerte de su esposa, de José, exalcohólico, de Eva, e incluso de la joven Alicia, muy aficionada a grabarlo todo con su cámara, que prácticamente son casi los únicos personajes de este drama familiar de corte policiaco, ya que el resto de actores son simples figurantes.
El argumento de esta historia está basado en la novela homónima de Juan Bolea, que está construido a la manera de un puzle en el que las piezas se encargará de encajarlas el espectador. El guion de este thriller psicológico, con giros inesperados que crean tensión y suspense, escrito por Rafa Calatayud Cano, nos da la versión de cada uno de ellos, con lo que podemos observar qué hay de verdad en los distintos datos que aportan.
Esto hace cada vez más interesante poder saber lo que en realidad ocurrió en cada uno de los casos, aunque no todos tienen relación con los demás, y al mismo tiempo cabe sospechar de la conducta de cada uno de ellos.
Ciertamente es una pena que queden algunas cosas por aclarar o bien que la realización de la puesta en imagen nos haya querido ahorrar alguna escena que pudiera ser demasiado cruel en alguno de los asesinatos que se producen a lo largo de la inquietante trama en la que se aborda la conducta humana en diversas circunstancias.
La interpretación es correcta en cada uno de los actores, aunque alguno aparezca más sospechoso que otro, recayendo en Blanca Suárez, Eduardo Noriega, Tamar Novas y la debutante Claudia Mora.
Por su parte la puesta en escena corresponde al guionista y director Antonio Hernández, poseedor de un Goya por el guion de En la ciudad sin límites (2002), que hace una realización bastante clarificadora de los hechos.
111'