Pelicula:

Alice Diop (Seine-Saint-Denis, 1979) es una cineasta francoafricana, cuya carrera como directora ha discurrido hasta hace poco exclusivamente dentro del documental, habiendo ganado como tal premios del calibre de un César, el equivalente en Francia al Oscar o al Goya, como sabe el cinéfilo. Con Saint Omer, la cineasta francesa salta al largometraje de ficción, con (a nuestro juicio) un resultado irregular, aunque parece que en Venecia convenció a tirios y a troyanos, consiguiendo el León de Plata a la Mejor Dirección, el Luigi de Laurentiis al Mejor Debut, y el Edipo Re, otorgado por la Universidad de Padua.

La historia, ambientada en 2015, se inspira en un hecho real, el infanticidio cometido por una inmigrante senegalesa en la persona de su bebé, al que abandonó en la playa. Sobre ese caso real, Diop inicia su historia conociendo a Rama, novelista francoafricana también de origen senegalés, que se desplaza hasta la localidad de Saint Omer, donde es juzgada la infanticida. Allí asiste a las sesiones del juicio, en el que se intentará por parte del tribunal desvelar qué llevó a la madre, Laurence, a acabar con la vida de la niña, Elise, conocida cariñosamente como Lilli. Rama, que supuestamente acude como mera observadora para su futuro proyecto literario, está sin embargo embarazada de 4 meses, y la asistencia al proceso, los interrogatorios, la dureza del caso, terminan afectándole personalmente...

No es ociosa la entradilla de este texto en el que nos referíamos al pasado documentalista de Diop, y no lo es porque, siempre a nuestro juicio, la directora aún no maneja con soltura los códigos de la ficción, que desde luego no son los mismos del documental, aunque en los últimos tiempos esté haciendo furor la docuficción, que ni es una cosa ni la otra, o, viéndolo de otra forma, son ambas cosas a la vez. Pero en esta nueva Medea del siglo XXI nos parece que no termina de encontrar el tono adecuado. Es cierto que hay una nueva mirada sobre lo que la ancestral tragedia griega presentó como uno de los grandes monstruos de los que es capaz el ser humano, en este caso la mujer que, por amor, o mejor, por despecho, hace daño a su amado (que ya no la ama) en lo que más quiere, sus hijos, aunque lo son también de ella. Por supuesto, hablamos de Medea, pero sirve igualmente hacerlo de “Medeos”, que de hecho en la práctica han sido mucho más numerosos que los del mito femenino.

Pero los nuevos tiempos, claro está, buscan nuevas perspectivas: quedarse en el texto de Eurípides, o de Séneca, no tendría sentido en nuestro siglo, y Diop busca acercarse a la figura de la infanticida por excelencia desde otros puntos de vista, incorporando el problema de la inmigración, pero también el del desprecio conyugal, la inanidad social, e incluso las creencias paganas sobre brujería, maleficios y conjuros de su Senegal natal. Pero, nos parece, esa nueva perspectiva no termina de plasmarse en una historia coherente, con la novelista que, a la manera del cura de Trebujena (ya saben, aquel que murió por una pena ajena, según el dicho popular español), siente lo que le está pasando a la infanticida como si fuera ella misma. Tampoco la resolución hacia la que parece abocarse el proceso judicial, que atribuiría el fatal suceso a un rapto de demencia, creemos que sea un desenlace mínimamente coherente con lo que se nos expone, y desde luego poco creíble en el contexto de nuestro siglo.

Film irregular, entonces, tiene sus valores, como esos interrogatorios en los que la magistrada intenta, con pudor, entender qué pudo pasar por la cabeza de aquella madre para poner fin a la vida de su hija, aunque en otros momentos, como los que lleva a cabo el fiscal, resulten más sobreactuados y previsibles.

Película (de nuevo) sobre la maternidad, en sus muchas facetas posibles, tema que, por lo visto, es “el” tema por excelencia de los nuevos cines actuales, en Francia pero también en España, nos hace creer que Diop puede llegar a ser una interesante directora de cine de ficción, pero por ahora la vemos un tanto verde...

La protagonista, Kayije Kagame, que interpreta a la novelista, hace con esta su primera aparición ante una cámara, y lo cierto es que en su caso no es que esté verde, sino verdísima... Mejor nos parece la actriz que interpreta a la infanticida, a esta nueva Medea del siglo XXI, Guslagie Malanga, que consigue imprimir a su papel el trazo de humanidad necesario para que dejemos de ver la figura del monstruo para quedarnos solo con la mujer, a secas.

(04-11-2022)


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123'

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Saint Omer. El pueblo contra Laurence Coly - by , Nov 12, 2023
2 / 5 stars
Una Medea del siglo XXI