Salve María

CINE EN SALAS

María es una escritora y reciente madre primeriza, que está obsesionada con un escandaloso suceso en el que Alice, una mujer francesa, ha ahogado en la bañera a sus dos mellizos de diez meses, y ella desea saber qué le llevó a cometer tan execrable infanticidio.
María trata de comprender la intensa experiencia de su maternidad escribiendo sobre el crimen cometido por Alice.

Ella recorta los periódicos que hablan del caso, pero en su mente está el ir a conocer a la asesina, que vive en un pueblo cercano, al otro lado de la frontera, ya que está en libertad condicional hasta que se celebre el juicio sobre el caso. Las relaciones con Nico, su marido, son frías, como igual ocurre con Eric, su bebé, de pocos meses, debido a la depresión tras el parto y la responsabilidad adquirida.

María ha escrito una primera novela, con el que ha conseguido un premio, y está enfrascada en una segunda, que trata del tema de Alice antes mencionado. Un día, en el supermercado, se le acerca Ana, una fan suya, que ha leído la novela, y hace amistad con ella, que también va al mismo gimnasio para madres recientes con sus bebés para ponerse en forma tras el parto.

El guion de esta película está inspirado en la novela Las madres no, de Katixa Agirre, escrito por Mar Coll y Valentina Viso, su habitual colaboradora, en el que se cuenta la experiencia vital de esta autora y cómo le afecta la maternidad, quizás no deseada.

La acción transcurre tal como discurre la vida cotidiana y en algún momento, en el tercio final, adopta un tono de suspense psicológico.

La directora catalana Mar Coll no se prodiga mucho, ya que tras debutar con Tres días con la familia (2009), a la que siguió Todos queremos lo mejor para ella (2013), hace su tercer largometraje, Salve María (2024), interpretado por Laura Weissmahr, que hace su primer papel protagonista, que acapara todo el tiempo en pantalla incorporando el personaje de María, que encarna con displicencia, como si no le interesara mucho la historia, compartido con Oriol Pla en el personaje de Nico, su marido.

Una historia muy femenina que nos da la impresión de que no convence al espectador, a pesar de que no está mal realizada por la directora barcelonesa.

La banda sonora de Zeltia Montes tiene un tono inadecuado, más propia para una cinta de acción, que encaja más en el último tercio.