James Foley lleva camino de convertirse en la gran esperanza blanca del cine independiente norteamericano; autor de la magnífica “Glengarry Glen Ross”, ha dejado su personal huella también en productos más comerciales, como “Hombres frente a frente” y “Cámara sellada”, e incluso salió bien parado de un envite tan complicado como era dirigir “¿Quién es ésa chica?”, vehículo a mayor gloria de Madonna. Pero no ha llegado a romper en el gran cineasta que llevaba dentro, y últimamente ya son varios los productos comerciales sin mayor relevancia en los que se ha visto inmerso. “Seduciendo a un extraño” es un correcto thriller, que juega con esa norma no escrita de las intrigas de los últimos veinte años que exige un vuelco en el guión en las últimas escenas, y lo cierto es que aquí se consigue el efecto sorpresa con total rotundidad. Pero también es verdad que esa búsqueda de la sorpresa impactante tiene que pagar, generalmente, el peaje de la falta de verosimilitud y de un guión sólidamente armado, y en ambos casos aquí no se consigue razonablemente: los sospechosos de ser el villano del filme presentan todos perfiles que podrían inculparlos (menos el que realmente termina siéndolo, claro, como es habitual), pero con frecuencia esos perfiles están pillados por los pelos, son inverosímiles, y se aportan exclusivamente para intentar dar cierta coherencia a un relato que, ciertamente, adolece de ella.110'