CINE EN SALAS
Durante la celebración de los Juegos Olímpicos celebrados en Múnich en 1972, los informadores deportivos de la cadena ABC de televisión decidieron hacerse cargo de la noticia del atentado que se produjo durante este acontecimiento deportivo mundial en lugar de pasar la nota a los noticieros de la cadena y hacerlo ellos mismos, aunque no era su especialidad, para tener la exclusiva mundial y cubrir la crisis de los rehenes que habían apresado los terroristas palestinos de Septiembre Negro secuestrando a los once atletas del equipo israelí, exigiendo a cambio de su devolución a los 234 presos palestinos que tenían en las cárceles de Israel.
Este drama se centra casi exclusivamente en este hecho delictivo, de lo que dio cuenta el equipo de informadores deportivos de la cadena ABC, llevando a cabo el doble trabajo, sin abandonar la información deportiva, para hacerse cargo del hecho delictivo, llevando el tema en secreto para no alarmar y que no se interrumpiera la celebración de los juegos en sus distintas modalidades deportivas. Al mismo tiempo seguían la situación en la que se encontraban los rehenes apresados por los terroristas y las exigencias que pedían a cambio de soltarlos y no matarlos, sobre todo a los atletas israelíes. Todo acabó en un tiroteo con muertos por ambas partes, atletas y terroristas.
De este hecho ya se habían filmado años atrás otras películas como 21 horas en Múnich, (1976), dirigida por William A. Graham, con William Holden, y Múnich (2005), dirigida por Steven Spielberg, y varios documentales.
Esta en cambio es distinta a aquellas otras y digamos que tiene la virtud de contarlo todo lo que ocurre casi sin salir del estudio de la cadena norteamericana de televisión de la ABC y hacer que el espectador sintiera la misma emoción como si estuviera viendo las imágenes de lo que realmente estaba ocurriendo en esos momentos en los que los ojos de casi un millón de espectadores del mundo entero estaban fijados en los deportes en cada momento.
No obstante el espectador nunca sufre la claustrofobia de no salir del estudio, debido a un buen guion y al trabajo que hace el equipo de actores y la convincente narración de los hechos.
Es un film interpretado por actores en el que apenas intervienen dos o tres mujeres, entre ellas la actriz Leonie Benesch, que es la que se encarga de la traducción cuando los diálogos son en alemán.
Asombra el trabajo que realiza este equipo de hombres en una retransmisión deportiva en directo de este calibre, manejando las cámaras y la realización del evento con los nervios en tensión en todo momento y añadiendo el hecho delictivo, en riguroso directo, siempre de la mano del director suizo afincado en Alemania Tim Fehlbaum, que lo hace bastante bien.
Esta cinta está nominada al Oscar al mejor guion.
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