Esta es una historia sobre la juventud homosexual y también refleja la situación actual de Georgia a través de una compañía de danza, ya que esta forma de baile tiene un papel importante en su cultura, en donde los valores tradicionales del cristianismo ortodoxo tienen un gran peso.
Merab ha entrenado desde pequeño con el grupo de danza nacional de Georgia con su compañera y pareja de baile Mary. Su mundo se ve fuertemente sacudido con la llegada de un nuevo y apuesto bailarín, Irakli, quien pronto se convierte en su mayor rival, porque la primera figura del Ballet Nacional va ser sustituido y habrá un concurso para elegir al que obtendrá ese importante puesto, pero al mismo tiempo será también su objeto sexual de deseo, lo que les obligará a tomar las decisiones oportunas. En este entorno, siempre muy conservador y dominado por el culto a la masculinidad, Merab tendrá que arriesgarlo todo en esa situación y en un entorno que habla de la libertad de expresión y de la represión sexual en la rígida e intolerante cultura de la Georgia del siglo XXI.
La idea de esta cinta le surgió al director y guionista al ver cómo en un intento por parte de unos chicos de hacer un desfile del orgullo gay en la ciudad de Tiblisi, estos fueron atacados por una multitud, organizada por la iglesia ortodoxa, y a partir de ahí se basó en otros hechos reales que fue conociendo. Narra esa relación homosexual entre estos dos bailarines en la República de Georgia, uno de los países más homófobos de Europa, en donde la danza folclórica es en ese país la fuerte expresión de la masculinidad, la sangre de la nación, un baluarte de la tradición, motivo por el cual Akin eligió este tema como pretexto para su película, cuyo estreno en Georgia fue boicoteado desde sectores conservadores radicales.
Pero no es solo esa historia, está también la del hermano de Merab, que también es bailarín, pero suele trasnochar, beber, faltar con frecuencia a los ensayos o presentarse borracho hasta que es expulsado y se mete en un problema de tráfico de drogas, no encuentra trabajo y Merab le busca un puesto en el restaurante donde él trabaja, pero son expulsados los dos por su mala influencia.
La danza es uno de los pilares básicos de la nación georgiana, junto con el canto polifónico tradicional y la creencia religiosa, y tanto una como la otra tienen un carácter con unos rasgos muy masculinos, con movimientos violentos y firmes, por lo que llama la atención que en esta historia haya uno de ellos, Merab, que tenga esa tendencia por Irakli, un bailarín con un aspecto muy varonil, que le confiesa que tiene novia en su pueblo, pero aún así este se deja llevar, lo que resulta nuevo en este ambiente.
El guion manipula una serie de situaciones para ofrecer algo de tensión en algunos momentos, dándole más dramatismo a la acción y por otra parte deja algunas cuestiones sin resolver. El director conoce muy bien ese ambiente de la danza, puesto que él también bailaba, y lo utiliza para exponer la importancia de ser libre, empleando con frecuencia el plano secuencia en los números de baile.
Levan Akin es un cineasta sueco, descendiente de georgianos, cuyos films suelen versar sobre clase y género, como ocurre con éste su tercer largometraje que se desarrolla en el machista y homófobo contexto del Cuerpo Nacional de Danza georgiano.
Levan Gelbakhiani, bailarín profesional, debuta como actor en el papel de Merab, junto a Bachi Valishvili como Irakli, y ambos están muy bien encajados en sus respectivos papeles.
112'