No deja de ser curioso que al cabo de los años tengamos que volver a resucitar viejos temas para llevar de nuevo a las pantallas. Eso no quiere decir más que a los públicos no les cambian los gustos o que vuelven las mismas cuestiones, periódicamente, como suele ocurrir con frecuencia en las modas.
No es que se pueda decir que esta película esté copiada de Caballero sin espada (Mr. Smith goes to Washington), dirigida por Frank Capra en 1939, pero de lo que no cabe duda es de que tiene bastante semejanza con el viejo film del maestro de la comedia. No cabe duda de que actualizándolos y cambiándoles los diálogos cualquier película resulta nueva.
En esta ocasión es un pillo quien se da cuenta que la coincidencia de su nombre y apellidos con el de un político que acaba de morir le puede hacer ganar dinero de una manera más “honrada” y oficial. Se presenta y llega al Congreso, teniendo ocasión una vez allí de destapar todo un enjambre de corrupción que se ciñe a su alrededor.
Aunque se han dado casos similares de políticos que han sido elegidos por tener un nombre popular y confundirlo con figuras del cine o similar, la trama urdida en este film es difícilmente creíble, pero sirve para presentar algunas situaciones más o menos cómicas para lucimiento de un Eddie Murphy que ya se repite demasiado en sus gestos y actitudes como actor. Jonathan Lynn (El juego de la sospecha, Monjas a la carrera y Mi primo Vinny) hace lo que puede con este actor que sigue siendo el más rentable del cine americano.
Su distinguida señoría -
by Francisco Casado López,
Feb 17, 2013
1 /
5 stars
Pillo sin espada
Uso de cookies
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.