Esta película está disponible en el catálogo de Filmin, plataforma de Vídeo Bajo Demanda (VoD).
Las posibilidades que las nuevas tecnologías aportan al cine documental son inmensas. Ronald Reagan fue el cuadragésimo presidente de los Estados Unidos, cargo que desempeñó entre 1981 y 1989, y fue también el primero que realizó su tarea en el tiempo en el que eclosionaron los nuevos sistemas de grabación y conservación de imágenes y sonido como el vídeo, que permitió filmar de forma exhaustiva buena parte de su mandato. Fue también el primero que, por consejo de sus asesores, trasladó a la política, hasta sus últimas consecuencias, el arte del espectáculo.
Endeble actor que nunca descolló como figura en el Hollywood de los años treinta a sesenta, décadas en las que se desarrolló su carrera, sin embargo como presidente consiguió algunos éxitos indudables, como el primer acuerdo para reducción de armas nucleares, firmado con una entonces ya declinante URSS. El documental The Reagan show hace un repaso extenso de su presidencia, jugando fundamentalmente con las imágenes que la propia Casa Blanca, y los medios de comunicación de la época, grabaron de Reagan a lo largo de sus ocho años de mandato. Con un tono a veces irónico, subrayando en ocasiones el hecho incontrovertible de que Reagan era brillante como estrella del espectáculo pero cortito de ideas, el film va repasando los más notables momentos de sus ocho años al frente de la Casa Blanca. Así, asistiremos al azuzamiento entre la población del peligro nuclear en los primeros años ochenta, cuando el volumen de armamento atómico acumulado en el planeta hacía posible que éste fuera reventado algo así como cuarenta veces, lo que provocó una histeria popular perfectamente orquestada para facilitar la aceptación del controvertido proyecto de la Iniciativa de Defensa Estratégica, coloquialmente conocido como Star Wars (en España la Guerra de las Galaxias), un sistema de cañones láser situados en bases espaciales que garantizarían que, en el caso de que la Unión Soviética iniciara un ataque a gran escala con misiles estratégicos, estos serían destruidos antes de caer sobre territorio USA.
Esa iniciativa, inaceptable para la Nomenklatura rusa, y la llegada al poder en el Kremlin del aperturista Mijail Gorbachov con sus políticas de “perestroika” y “glasnot”, propiciaron un giro importante en la estrategia reaganiana en su segundo mandato, buscando, como señala el documental, un lugar en la Historia que le encumbrara como héroe pacifista en vez de belicista. De ahí sus encuentros con Gorbachov, en Helsinki, Ginebra, Moscú y Washington, y el Tratado INF sobre reducción de armamento nuclear firmado por ambas partes en 1987.
Los autores del documental son Sierra Pettengill (curtida como documentalista para otros cineastas como Jim Jarmusch, también neófita directora) y Pacho Velez (director de fotografía en varios documentales, con una carrera como director mayor en número de títulos que Sierra). Ambos juegan inteligentemente con la vida en imágenes de este peculiar presidente de los Estados Unidos, sin duda una de las figuras clave de la política del siglo XX, en cuyo mandato, y en buena medida por iniciativas llevadas a cabo por su administración, se pusieron las bases para acabar con la Guerra Fría, se cimentó la caída del Muro de Berlín (y, consecuentemente, del Telón de Acero) y se redujo ostensiblemente el arsenal de las potencias atómicas.
Con el concurso inestimable de los montadores David Barker, Daniel Garber y Francisco Bello (este último también coautor del guion), The Reagan show resulta ser un más que interesante acercamiento a la relevante figura de un presidente que importó las técnicas del espectáculo y las utilizó en beneficio de su gobierno y de su propia imagen. No quedan al margen temas tan atractivos como la evidente influencia que su mujer, Nancy Reagan, ejercía sobre él, o la escasa capacidad intelectual del hombre más poderoso del mundo, deficiencia que escondía bajo una capa de brillantez personal y cómplice empatía. Si de Margaret Thatcher (otra figura clave del último cuarto del siglo XX) se decía que tenía pocas ideas, pero muy claras, del cuadragésimo presidente USA se podría decir otro tanto, aunque en el caso de Ronald tenía un encanto personal del que, a todas luces, carecía la llamada Dama de Hierro.
Notable documental, imprescindible para conocer la figura del (hasta la llegada de Trump…) más excéntrico presidente yanqui, parece conveniente decir sobre la mirada de los cineastas que, aunque ironiza sobre las evidentes carencias del alto mandatario, no hace sangre con ellas, sino que se centra en los momentos más importantes de sus dos mandatos y busca contar, con imágenes en muchos casos inéditas, qué fue lo que realmente ocurrió durante esos ocho años de una controvertida administración que ya forma parte de la Historia.
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