Pelicula:

CINE EN SALAS


[Con motivo del vigésimo aniversario del estreno de esta película, se repone ahora de nuevo con todos los honores, por lo que recuperamos su crítica, debidamente -como se decía antiguamente- corregida y aumentada]


A principios del siglo XXI el cine de Extremo Oriente daba muestras ya de una pujanza poco común. Fue el tiempo en el que desde Corea del Sur nos llegó este percutante thriller, una historia que no da respiro alguno, que se inicia con un suicida a punto de tirarse de un edificio y, dos horas más tarde, culmina en una escena deslumbrante, también en  un rascacielos, un “tour de force” impresionante que en otras manos que en las de este entonces desconocido (en Occidente, porque en su tierra sí que lo era ya) Park Chan-wook, probablemente habría caído en el más absoluto de los ridículos.

He aquí la historia de una doble venganza: la de un hombre recluido durante quince años de su vida en una cárcel clandestina, en una sociedad, la nuestra, en la que, si hay alguien dispuesto a pagar, habrá alguien decidido a actuar. Cuando consigue escapar de ese encierro atroz, el protagonista se propondrá descubrir al autor de la felonía, para encontrarse que ha sido alguien que, a su vez, se está vengando de él... Venganzas cruzadas, entonces, en un juego de inteligencias donde el carcelero llevará toda la ventaja al preso, incluso cuando cada uno de ellos ha dejado de ejercer ya ese papel y juega el opuesto.

Sutilísima siempre, visualmente muy creativa, tiene además curiosas influencias de cineastas que pudieran parecer dispares: esa extenuante escena de lucha del protagonista contra un ejército de malhechores, filmada sin corte alguno, con varios minutos de golpes, patadas, martillazos, navajazos... que para nada recuerdan a las luchas coreografiadas que tanto se estilan hoy, remite inevitablemente al genio de Jacques Becker y sus interminables planos-secuencia (citar la espléndida La evasión no sería superfluo). Pero es que, inmediatamente después, en la escena del ascensor, Chan-wook se despacha con un plano que no habría desdeñado el mejor y más austero Robert Bresson, con otro grupo de facinerosos derrotados en un abrir y cerrar de ojos, en una elipsis prodigiosa.

Hay otros portentos: la sugestiva venganza del carcelero, la forma en la que desvela el misterio a su odiado excompañero, la escena de la seducción entre los hermanos adolescentes... Todo es cine purísimo, artísticamente muy creativo, aunque ciertamente no apto para estómagos sensibles (esas escenas de arrancamiento de dientes, tanto la que se consuma como la que no; ese pulpo comido vivo, sin trampa ni cartón, por el protagonista, en un tiempo en el que las maravillas digitales del CGI no permitían todavía hacerlo sin que fuera real...) ni, desde luego, para aficionados al mero cine de entretenimiento: éstos abominarán de algo que les desborda; los buenos cinéfilos, por contra, saldrán extasiados.

Park Chan-wook posteriormente confirmó su talento en algunos de sus films que pudimos ver en Occidente, aunque, lamentablemente, no toda su carrera posterior nos ha llegado. Pero sí pudimos disfrutar de algunos títulos rodados en su tierra, como Thirst (2009), una peculiar historia de vampiros inspirada, ahí es nada, en Thérèse Raquin, de Émile Zola, e incluso con irisaciones del dostoievskiano Crimen y castigo; la fastuosa La doncella (The handmaiden) (2016), un bellísimo elogio de la impostura; y en su etapa como director en Occidente, la espléndida (y también incomprendida) Stoker (2013), y la miniserie La chica del tambor (2018), muy personal adaptación de la novela homónima de John le Carré.

El cine norteamericano, bajo la dirección de Spike Lee, perpetró (porque el verbo que mejor le cuadra es ese, perpetrar...) un “remake” de este Old boy, con un título muy similar, Oldboy (2013), con repartazo (Josh Brolin, Elizabeth Olsen, Sharlto Copley, Samuel L. Jackson, Rami Malek...), pero que sin embargo al lado de la película de Chan-wook era, literalmente, una bosta de vaca... De lo que se deduce, como tantas veces hemos visto y dicho, que lo importante no es tanto la historia, sino cómo se cuenta...

(24-01-2025)


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120'

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Old boy - by , Jan 24, 2025
5 / 5 stars
Venganzas cruzadas