Estamos ante un filme atípico, en el que el divo Alain Delon no es el protagonista real, aunque figura el primero en los títulos de crédito por razones puramente comerciales. Una mujer en plena madurez atraviesa una crisis de identidad. Decide someterse a tratamiento en una clínica de rejuvenecimiento y relajación, pero una vez allí comienza a descubrir situaciones extrañas que suceden en el centro, lo que le lleva a sospechar que detrás de la fachada del lujoso establecimiento hay algo oculto, y al mismo tiempo siniestro, que debe pero teme descubrir.
Tratamiento de schock tiene un tema apasionante, la regeneración vital de los ricos a través del sacrificio de los proletarios, algo ya inventado por la Condesa de Bathory, y que sirve también como metáfora más que gráfica sobre las relaciones ricos-pobres. Su director, Alain Jessua, de origen norteafricano, se dio a conocer con sus documentales científicos, de lo que algo queda, en tanto que entomológico, en este filme, y después fue ayudante de dirección de maestros como Jacques Becker, Marcel Carné y Max Ophüls. En la ficción, sus títulos más relevantes, además de este, son Armaguedon y Los perros, curiosos y un punto fascinantes.
Atención a voyeurs (vale decir casi todo el mundo): la película incluye escenas con Alain Delon desnudo corriendo por la playa, aunque la censura franquista, tan púdica, en su momento aligeró esas secuencias. Además aparece (vestida…) Annie Girardot, auténtica protagonista del filme, y un actor muy chabroliano, Michel Duchaussoy, el inolvidable padre vengador de Accidente sin huella.
Tratamiento de schock -
by Enrique Colmena,
Feb 27, 2011
2 /
5 stars
Oculto y siniestro
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