Pelicula:

CINE EN PLATAFORMAS


ESTRENO EN MAX, MOVISTAR+, APPLE TV, PRIME VIDEO, FILMIN Y RAKUTEN.

Definitivamente, el camino hacia la dirección cinematográfica está cuajado de sorpresas. En el caso de Zach Cregger, el director de esta muy estimulante y sugestiva Weapons, lo sorprendente no es que proceda del gremio actoral, que ha dado muchos (y, con frecuencia, buenos) cineastas, sino que su especialidad como intérprete siempre ha sido la comedia, hasta el punto de que hace años creó, con unos cuantos colegas igual de guasones que él, un grupo de comediantes autodenominado The whitest kids U’ know (“los chicos más blancos que conoces”), que se popularizó con el acrónimo WKUK y protagonizaron varias series, bien es verdad que más bien de baja estofa y casi “underground”. Pero hete aquí que cuando Cregger se ha pasado a la dirección cinematográfica, hasta ahora con dos films, la estimulante Barbarian (2022) y esta Weapons, lo que nos ofrece está en las antípodas de aquel humor cutre y bastante estrafalario de los WKUK, un terror distinto que explora formas diferentes a las tópicas del género, de las que tan hartos estamos ya…

La acción se desarrolla en nuestro tiempo, en una localidad del estado de Atlanta. Una voz en off infantil narra el escalofriante suceso ocurrido en la localidad, cuando cierta madrugada, a las 2 y 17 minutos, todos los niños (menos uno, Alex) de una clase de Primaria del pueblo salieron de sus casas corriendo, no volviéndoseles a ver más. Un trauma como éste, por supuesto, sacude la localidad e incluso vienen del FBI estatal, pero el tiempo pasa y no se da con el paradero de los 17 niños desaparecidos. Vemos entonces qué ocurrió a través de la perspectiva de varias de las personas que pudieron tener que ver con esos hechos…

Lo mejor de Weapons quizá sea su frescura dentro del género del terror: acostumbrados a lo de siempre (vampiros, licántropos, asesinos en serie, por supuesto zombis, casas encantadas…), que alguien haga algo radicalmente distinto ya se agradece. Si además se hace con una interesantísima estructura por capítulos que nos permite ver la misma historia con los ojos (y las circunstancias) de varios de los implicados, un poco a la manera de aquella mítica Rashomon (1950), de Akira Kurosawa, pues miel sobre hojuelas. Porque, por supuesto, habrá sustitos (qué sería del cine de terror, de ahora o de siempre, sin esos sustos que nos acongojan y nos ponen al borde del infarto…), pero sobre todo tendremos la exposición de una serie de capas de la historia que se irán solapando conforme vayamos conociendo los pormenores de lo sucedido a través de los ojos de esos personajes cruciales, cada uno de los cuales, con su mirada, aportarán los elementos necesarios para que vayamos cuadrando este espeluznante puzle en el que nada (o todo…) es lo que parece, en la que se recupera la terrorífica figura de la bruja, una bruja laica, sin escoba, conjuros ni bebedizos, pero sin duda una hechicera que parece surgir de la mezcla entre una variante de la condesa de Báthory (aquella noble húngara que precisaba la sangre de doncellas para mantenerse lozana) y una derivada de las leyendas del vudú inicialmente africano, trasplantado por mor de la execrable trata de esclavos al Caribe americano. Con esas dos influencias (sobre las que no conviene comentar mucho para mantener la intriga) girará esta historia alucinante y alucinada, una historia con horrores a la luz del sol, aunque cuando oscurece la cosa se pone realmente chunga…

La película cuenta con un muy medido estudio de caracteres de los personajes principales: la maestrita con problemas de alcohol que se ve inmersa en el vórtice de la desaparición; el policía que mantiene una adúltera relación sentimental intermitente con la profe, reprimido por el hecho de estar casado con la hija de su jefe; el yonqui con más mono que un zoo, que se encuentra la tostá cuando se mete donde (literalmente…) no le llaman; el padre de uno de los niños perdidos, enloquecido de tristeza y capaz de cualquier cosa con tal de recuperarlo; el pequeño no desaparecido, compelido a guardar silencio a toda costa para evitar males mayores…  

Todo funciona con precisión, por más que haya algunos flecos que, inevitablemente, quedan sueltos en la narración, por cuanto un hecho como éste, por muy pencos que fueran los policías y los del FBI, difícilmente podría haber pasado desapercibido, porque había evidencias bastante evidentes de por dónde iban los tiros (o, al menos, a dónde habían ido a parar los críos…). La peli funciona como una máquina en la que los engranajes se acoplan impecablemente, avanzando la narración, conforme se aproxima el desenlace, con un casi insoportable “crescendo” hasta llegar a un final catártico, obviamente “gore” (aunque no se pasan demasiado, es verdad…), como seguramente es imposible evitar en el género de terror en este siglo XXI.

Gran descubrimiento el de este Zach Cregger; como actor será más bien manta, porque no ha triunfado después de varias décadas de ejercer como tal, pero como director promete, y mucho; si no se malogra, podemos tener una voz mayor dentro del género de terror (o de otros géneros, por supuesto: el talento es poliédrico…). 

Buen trabajo interpretativo en general, con una Julia Garner que se está revelando, poco a poco, como una de las actrices más dúctiles de su joven generación, capaz de personajes dispares, a veces incluso contradictorios entre sí; Josh Brolin, como siempre, excelente: el hijo de James Brolin ya hace tiempo que hizo que su progenitor sea ahora “el padre de Josh Brolin”; a Alden Ehrenreich, de tan intrincado apellido, hace algún tiempo que le teníamos perdida la pista, y lo recordábamos en personajes aún juveniles: aquí ya está más cuajado, más maduro, y en su caracterización como poli vapuleado por el destino se nos parece bastante a un Joaquin Phoenix más joven. Aunque por encima de todos descuella, por supuesto, Amy Madigan, una veterana de Hollywood que estuvo en algunos títulos míticos ochenteros, como la apocalíptica El día después, la neo-pop Calles de fuego, o el sentido drama de supervivencia En un lugar del corazón, y que, aunque había seguido trabajando desde entonces sin descanso, no había vuelto a tener un título importante, y, sobre todo, una interpretación antológica, como es el caso aquí de su personaje Gladys, difícilmente olvidable…


(15-09-2025)


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128'

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Weapons - by , Nov 30, 2025
4 / 5 stars
Un sugestivo "Rashomon" en clave de terror