El cine francés aborda en esta ocasión un tema de la máxima actualidad en la Unión Europea, como es la inmigración ilegal, y lo hace a través de la historia cruzada de dos hombres que tienen un fin en común: el amor.Bilal es un joven kurdo que ha atravesado media Europa hasta llegar a Francia, para ir a Inglaterra, pasando a nado el Canal de la Mancha, desde el puerto de Calais, para encontrarse con su novia, Mina. Simon es un profesor de natación de la piscina pública de Calais que se ha divorciado de Marion, a la que trata de reconquistar. Ella colabora ayudando a los inmigrantes ilegales y él, para congraciarse, le da clases de natación a Bilal.
El guión expone los destinos comprometidos de los dos hombres por recuperar a sus respectivas mujeres, estando por medio el problema de la inmigración ilegal, un tema social que está en el centro del debate público europeo.
Francia prohíbe ayudar a los inmigrantes ilegales, castigándolo con pena de cinco años de cárcel y 30.000 euros de multa, algo que resulta tan inhumano como sangrante. La película es también una crítica a las autoridades europeas que lo permiten.
El film lo expone a través de este conmovedor relato en el que Bilal arriesga su vida por amor. Simon se juega su libertad ayudando a escondidas a que el joven refugiado kurdo cumpla su difícil sueño y al mismo tiempo hacer algo por la causa de la inmigración impresionando a Marion para recuperar su amor.
La cinta, que la han visto en Francia 1.200.000 espectadores, no aporta novedades al asunto de la inmigración ilegal que no hayamos contemplado en otras películas, ya sean europeas o americanas, en este caso con el problema de la frontera mexicana. La diferencia en este caso es que se hace por amor y no únicamente por las dificultades económicas, aunque también. El tema que trata es interesante, pero no es creíble que el chico, dada su inexperiencia, pueda cruzar 30 kms a nado luchando contra las mareas y la baja temperatura del agua.
El director, Philippe Lioret, que tocaba en su film “En tránsito” (1993) un tema parecido (la entrada en Francia de un hombre al que le habían robado todo), lo lleva a cabo de forma mecánica, funcional, tratando de contarlo lo mejor posible aunque no tenga emoción y resulte previsible. Correcto trabajo de los actores y adecuada música de Nicola Piovani con los añadidos de Wojciech Kilar y Armand Amar.
La película consiguió el Premio del Jurado Ecuménico en la sección Panorama del Festival de Berlín 2009, el Premio del Jurado Joven y Mejor Guión en Gijón 2009, así como el Premio Lumière 2010 al Mejor Film y el Premio Lux del Parlamento Europeo.
Dirigida por
Interpretada por
Género
Nacionalidad
Duración
108'
Año de producción
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by Francisco Casado López,
May 16, 2010
Un sueño casi imposible
1 /
5 stars