Enrique Colmena

Ha muerto Alfonso Sastre (Madrid, 1926 – Hondarribia, 2021), madrileño de nacimiento y vasco de vocación. Fue uno de los grandes renovadores del teatro español del siglo XX, un hombre que hizo de su ideología marxista-leninista el centro y eje de su vida, sin importarle las consecuencias, cualesquiera que estas fueran: durante el franquismo fue encarcelado por sus ideas; en el tardofranquismo se vio implicado en un atentado terrorista por vía conyugal (su esposa Eva Forest fue detenida por la matanza de la calle de Correos); en la democracia mantuvo contra viento y marea su teatro fuertemente ideologizado, lo que hizo que la mayor parte de su obra, a partir de entonces, quedara sin estrenar, o lo hiciera en muy precarias condiciones, alejándolo del conocimiento del público.

Sobre su obra teatral (también sobre su compromiso revolucionario) se ha escrito con largueza a raíz del reciente fallecimiento del eximio escritor. Sin embargo, se ha escrito menos sobre su presencia en las pantallas, grandes o pequeñas; nos proponemos entonces, en la serie de artículos que iniciamos con este primer capítulo, glosar su obra en cine y televisión.

Sastre fue fundamentalmente dramaturgo, autor de una extensísima obra teatral que supera de largo los cincuenta títulos, aunque también ensayista, narrador, poeta, traductor... Consecuentemente, su obra escrita específicamente para el teatro será la que más llamará la atención del cine y la televisión, hasta el punto de que han sido llevadas a la pantalla, grande o pequeña, un total de once de sus piezas teatrales. En este primer capítulo comentaremos cuatro de ellas que han sido adaptadas al audiovisual en más de una ocasión.


La cornada

Escrita por Sastre en 1959, La cornada fue representada por primera vez en el Teatro Lara de Madrid en 1960, con dirección de Adolfo Marsillach. Tragedia en un prólogo, dos actos y un epílogo, narra un bronco drama de alguna forma existencialista, la historia de un joven torero demediado entre la devoción (el amor verdadero, tan desatendido) y la vocación (la fama, el éxito, pero a qué precio). De esta obra de Sastre, quizá una de las más conocidas y representadas (su microcosmos taurino, sin duda, ayudó en su momento, en un país que aún sigue llamando a la tauromaquia “la fiesta nacional”), se han hecho dos versiones para la pantalla.

La primera por orden cronológico es el largometraje de cine A las cinco de la tarde (1961), de Juan Antonio Bardem, producción de la mítica UNINCI en la que Sastre colaboró en el guion junto con el director, aunque la trama se modificó parcialmente para dar entrada también a elementos de una historia original del propio Bardem, La fiera, por lo que el tratamiento argumental incluirá una pugna sorda entre un torero joven que va en ascenso y uno viejo que está de vuelta, con los miedos y recelos propios de cada lado. Un elenco espléndido (Rabal, Espert, Diosdado, Cobos...) pondrá en escena este poderoso film de teórico ambiente taurino pero en el que existían pulsiones que excedían de largo ese universo.

Esta misma obra teatral será adaptada a la pequeña pantalla por, ¡oh, sorpresa!, la Magyar Televízió, la televisión estatal húngara, de la Hungría comunista se entiende, con el título Halálos döfés (literalmente, “puñalada fatal”, 1972), TV-movie dirigida por Miklós Hajdufy.


El cuervo

Curiosamente será su obra teatral El cuervo, drama en un solo acto, la que será más repetidamente llevada a la pantalla. Escrita por Sastre en 1956, al año siguiente fue llevada a los escenarios en el Teatro María Guerrero, bajo la dirección de Adolfo Marsillach. Se trata de un relato de terror, misterio e incluso metafísica (lo que no deja de ser curioso en un “materialista dialéctico” como era Sastre, a fuer de marxista), con novedosas rupturas espacio-temporales, en el que varios personajes se verán condenados a revivir un horrísono crimen sucedido en el pasado, pero que quizá se repita en el presente, quién sabe si en el futuro, como si fuera el infinito tormento de Prometeo.

Entre el horror, el existencialismo y la denuncia de la cobardía del ser humano, la obra sastriana verá curiosamente por primera vez la luz en formato audiovisual fuera de España, en la TV-movie italiana Il corvo (1970), una producción de la RAI que dirigiría Leonardo Cortese, encargándose María Luisa Aguirre de la traducción del texto a la dulce lengua del Dante.

La segunda ocasión en la que este drama de Sastre es llevado a la pantalla será, ya en España, dentro de Primera función, espacio dramático que a finales de los años ochenta buscaba reverdecer los laureles del mítico Estudio 1. Era una producción, lógicamente, de Televisión Española, emitida a través de la cadena La 2, y se mantuvo el título de El cuervo (1989) para el teledramático, con José Sancho, Nuria Carresi y Luis Varela entre los intérpretes principales.

La tercera y última vez que, hasta la fecha, se ha llevado este drama de Sastre a la pantalla sería de nuevo para las 625 líneas de la televisión, dentro del espacio Historias del otro lado, emitido entre 1988 y 1996, en el que se incluía el episodio Eternamente (1996), inspirado en El cuervo, de Sastre. El telefilm estaba dirigido por José Luis Garci, que producía el espacio a través de su empresa Nickel Odeón Dos para Televisión Española. Eternamente se tomaba bastantes libertades con respecto a la obra teatral original, pero en conjunto se puede decir que la historia primigenia resistía razonablemente bien dentro de la versión garciana, más dado a potenciar los factores de misterio y terror y dejar de lado los metafísicos o filosóficos (puede ver Eternamente haciendo clic en el enlace situado al final de este artículo).


La taberna fantástica

Con toda seguridad, La taberna fantástica es una de las más populares obras de Sastre (dentro de los niveles minoritarios en los que generalmente se ha desenvuelto su carrera, se entiende), y también ha sido uno de sus dramas más versionados en la pantalla pequeña, una tragedia sobre la degradación en la pobreza, donde se darán la mano la marginalidad, el pequeño delito, el desarraigo, en definitiva la otra cara de la sociedad opulenta tan contenta de haberse conocido. Esta paradigmática obra sastriana se escribió en 1966, pero sorprendentemente (o quizá no tanto...) no se estrenó en los escenarios españoles hasta casi 20 años después, en 1985, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, con dirección de Gerardo Malla.

Precisamente esa primera representación de la obra será grabada para su emisión por televisión, en concreto por TVE, única empresa catódica entonces existente en España, con el título de La taberna fantástica (1988), con dirección en el audiovisual, además de Malla, de Francisco Montolío, que ponía la experiencia en la realización televisiva, en la que el director escénico era neófito. Rafael Álvarez “El Brujo” encabezaba el reparto, haciendo toda una creación del personaje de Rogelio, hasta el punto de que también será el protagonista de la segunda versión que se ha hecho del dramático de Sastre, titulada igualmente La taberna fantástica (1991), producida por Habana Films para Televisión Española, a pesar de lo cual llegó a gozar de una distribución en salas de cine. Esta versión estuvo a cargo de Julián Marcos en la dirección, y además de “El Brujo”, contó con un sólido reparto de actores (porque esta es una obra esencialmente masculina): Rabal, Cobos, Gamero, Galiardo, Soriano, Vidarte, Agustín González... (puede ver las dos versiones de La taberna fantástica haciendo clic en los enlaces situados al final de este artículo).


En la red

El último de los textos teatrales de Sastre que ha sido llevado más de una vez a la pantalla será En la red, drama en tres actos, escrito por el autor madrileño en 1959, estrenándose por el Grupo de Teatro Realista en el Teatro Recoletos de Madrid en 1961, con una puesta en escena dirigida por Juan Antonio Bardem. Se trata de un drama ambientado en un conflicto colonial, inspirado en la Guerra de Argelia, con dos personajes, hombre y mujer, que están encerrados, temerosos de ser apresados por la policía, con un tercer rol que entrará en escena y que producirá un efecto catalizador: el miedo, el amor, la tortura, el recelo, la traición, son algunos de sus temas, en un ambiente opresivo y represivo.

Este texto será llevado a la pequeña pantalla en primer lugar en Hungría, de nuevo con producción de Magyar Televízió, con el título Hálóban (literalmente, “en la red”, 1970), con dirección de Zoltán Várkonyi. La segunda vez en la que será adaptado a un medio audiovisual, también en este caso a la televisión, lo hará con el título Im netz (también literalmente “en la red”, 1975), en la entonces todavía República Democrática Alemana (vamos, la Alemania comunista, para entendernos), con producción de Fernsehen der DDR, la televisión estatal (y única) del país, con realización de Kurt Jung-Alsen.


Enlace para ver Eternamente (1996) (inspirado en El cuervo):
https://www.youtube.com/watch?v=I3OIKKi3rU0

Enlace para ver La taberna fantástica (1988):
https://www.youtube.com/watch?v=uSnZf92oGzk

Enlace para ver La taberna fantástica (1991):
https://www.youtube.com/watch?v=mtsVgwllwB8


Ilustración: Enrique Diosdado y Francisco Rabal, en una imagen de A las cinco de la tarde (1961), película parcialmente basada en La cornada, drama de Alfonso Sastre.

Próximo capítulo: Alfonso Sastre, el dramaturgo revolucionario en la pantalla (II). Otras obras dramáticas volcadas al audiovisual