Enrique Colmena

Coinciden dos películas en cartel, "Al caer la noche" y "Crueldad intolerable", con el nombre de Billy Bob Thornton en ambas. Este actor, guionista y director nacido en Arkansas hace ahora 48 años ejemplifica mejor que nadie que el que la sigue la consigue. Llamado desde joven por la farándula, empezó como cantante y percusionista en grupos de música, al tiempo que intentaba vender sus guiones a las productoras, con nulo éxito. Llegó a tener tantos problemas económicos que tuvo que ser ingresado en un hospital con malnutrición. A partir de 1987 comenzó en pequeños papeles de producciones ínfimas y de televisión, hasta que en 1992, ya con 37 "tacos", por fin consiguió colocar uno de sus guiones, que a la postre, le abriría el camino a la fama. Fue un pequeño filme independiente, "Un paso en falso", a partir del cual su carrera ya no hizo más que crecer. Llegaron títulos de culto como "Dead man", de Jim Jarmush, o comerciales pero corrosivos, como "Primary colors", y sobre todo, llegó, en 1996, su primera película como director, guionista y actor, "El otro lado de la vida", bellísimo y melancólico relato sobre un retrasado mental, que Thornton bordó, y que le valió el Oscar al Mejor Guión, y lástima que no se llevara también el de Mejor Actor, al que estaba nominado. Después ha trabajado con otros directores de renombre, como Oliver Stone ("Giro al infierno") y Sam Raimi ("Un plan sencillo"), pero sobre todo ha encontrado a su alter ego con los hermanos Joel y Ethan Coen, para los que protagonizó su "El hombre que nunca estuvo allí", hermosa, estilizada y nostálgica reivindicación del cine negro de los años cincuenta, y para quien ha hecho un pequeño papel en la mentada "Crueldad intolerable".
Actor camaleónico donde los haya, es capaz de pasar del malhechor de "Un paso al frente" al retrasado de "El otro lado de la vida", sin olvidar el sheriff racista que se redime con su amor por una mujer negra, en "Monster's ball" e incluso, ahora, en la aún inédita en España "Love actually", interpreta nada menos que al presidente de los Estados Unidos (se entiende que no es George W. Bush, afortunadamente...).