CINE EN SALAS
Cuando supimos del estreno de esta película, Leer Lolita en Tehéran, nos pareció (y creemos que no hemos sido los únicos...) un tema muy atractivo, nada menos que un film que planteaba la posibilidad (obviamente en la clandestinidad) de realizar lecturas comunitarias de uno de los libros más censurados de todos los tiempos (también del nuestro, con los nuevos mojigatos de la profana inquisición conocida como Lo Políticamente Correcto), y no digamos en los países donde la beatería religiosa es la ley del estado, y no la de individuos privados que la practican exclusivamente para sí.
El film parte del volumen autobiográfico Reading Lolita in Tehran: A memoir in books, publicado en 2003 por Random House, con texto original de la profesora de Literatura Inglesa Azar Nafisi, de origen iraní, un libro de gran éxito que contaba su propia historia, la de una mujer persa nacida en el país pero formada fuera, en Europa y Estados Unidos, que volvió en 1979 a Irán a raíz del triunfo de la llamada “revolución islámica”, promovida por el ayatolá Jomeini, creyendo ella, como una pánfila, que las nuevas autoridades establecerían una democracia, tras la infame dictadura del Sha. Pero Azar pronto se percatará de que las nuevas autoridades, aunque con un barniz supuestamente democrático, en realidad están estableciendo una feroz teocracia en la que las libertades públicas (y en especial, las que atañen a las mujeres) son brutalmente proscritas.
En ese contexto, tras varios dimes y diretes, como su expulsión de la universidad por no llevar el velo reglamentario, y posterior ingreso en otro centro formativo hasta una nueva expulsión tras otro choque con las autoridades universitarias, Azar concibió la idea de formar una especie de club de lectura clandestino, en su propia casa, con varias alumnas previamente seleccionadas por su interés en la literatura y (obviamente) por su desapego hacia las rígidas normas de los teócratas con turbante.
Esa novela autobiográfica, de gran éxito en su publicación en Estados Unidos y resto de Occidente, ha sido llevada a la pantalla por el cineasta israelí Eran Riklis, director formado en el Reino Unido en la prestigiosa NFTS. Tiene ya una larga trayectoria como realizador, aunque ciertamente no se puede decir que sea precisamente ni un estilista ni un exquisito. Su cine busca generalmente los temas sociales, sobre todo la denuncia de la represión de las libertades, así que está claro que esta Leer Lolita en Teherán era un asunto que le podía interesar, como así ha sido.
La película sigue con bastante fidelidad el texto autobiográfico de Nafisi, articulándose en cuatro capítulos, cada uno de los cuales lleva el título de un libro señero en el mundo de la literatura mundial: El gran Gatsby, de F. Scott Fitzgerald, Lolita, de Vladimir Nabokov, Daisy Miller, de Henry James, y Orgullo y prejuicio, de Jane Austen. A través de esos segmentos iremos viendo también los diversos sucesos de su vida en su regreso a Irán, desde la inicial ilusión por contribuir a la construcción de un nuevo país, más justo, humano y libre, hasta la pronta decepción al comprobar hasta qué punto las expectativas despertadas no se correspondían, en absoluto, con la realidad (excurso interno: había que tener una miopía como la de Rompetechos para no darse cuenta de que la sociedad que propugnaba el ayatolá Jomeini desde su exilio en París no iba a ser, precisamente, Suecia, o ya que estamos, Francia, donde aquel tipo con barbas se refugió...). La veremos en sus idas y venidas por universidades en las que enseña hasta que la expulsan, y sobre todo en el tramo de su vida en Teherán, a mediados de los años noventa, cuando montó este singular club de lectura que, por supuesto, se convirtió no solo en un lugar de encuentro para hablar de literatura universal, sin complejos ni censuras, sino también para hablar de sus propios problemas como mujeres en una sociedad ontológicamente liberticida, y aún más, mucho más, con las féminas.
Pero la película resulta irregular, contada un tanto caóticamente y con no demasiado fortuna, con personajes que con frecuencia no se mueven con una lógica interna, sino por lo que le interesa a los guionistas. Los saltos adelante y atrás, con cada uno de los segmentos en los que se divide el film, tampoco aportan nada, sino más bien dificulta el correcto seguimiento de la historia de esta mujer que, finalmente, tras 18 años aguantando, decidió escapar del país para poder desarrollarse en libertad. Tampoco es que Riklis, como tenemos dicho, sea precisamente un estilista: su puesta en escena es más bien ramplona, y el nivel emocional en sus personajes (femeninos, sobre todo) se alcanza generalmente por el buen trabajo interpretativo antes que por la propia realización del director. Hay algunos detalles de buen cine, como esa lágrima que cae sobre el dibujo a lápiz publicado en la prensa de una de las mujeres ejecutadas por manifestarse contra el régimen, a comienzos de la revolución islámica (que más bien debería llamarse “involución” islámica...), pero en general falta sutileza. Además, la peli parece hecha como a fogonazos, sin ser esa la intención (que hubiera sido una opción...), con una farragosa narrativa que abunda en sobreentendidos pero también en obviedades.
Tampoco la duración es la adecuada, sobrándole como poco 10 o 15 minutos, lo que se podría haber recortado perfectamente aligerando líneas argumentales paralelas secundarias que no aportan nada a la central.
Pero, a pesar de todo, el tema es fascinante, y además, el hecho de que estemos ante una historia real, la de una mujer que se enfrentó de muy diversas maneras contra el oprobioso régimen de los ayatolás, le confiere un plus de interés que, lamentablemente, no alcanza la película por sí misma, aunque sí por el tema tratado.
Excelente trabajo, como siempre, de Golshifteh Farahani, actriz iraní exiliada de su país, donde no le permiten volver por comportarse como una mujer libre y hacer el cine que le da, literalmente, la gana (ellos se lo pierden...). Junto a ella aparecen otras actrices que también han tenido que emigrar de su tierra por iguales razones, como Zar Amir Ebrahimi y Mina Kavani.
(05-08-2025)
108'