Francisco Casado López
No pretendo hacer aquí un
Amarcord de mi larga carrera como crítico cinematográfico de 46 años en activo, ni el recorrido de los festivales a los que he asistido, pero sí tras una reflexión llegar a la conclusión de que éste es mi favorito.
Durante diez años acudí a la Semana de Cine Religioso y de Valores Humanos de Valladolid, un año al Festival de Cannes, estuve presente en el nacimiento de festivales andaluces como la Semana de Cine de Autor de Benalmádena, el de Alcances de Cádiz, el Festival de Cine de Sevilla, en sus cuatro primeras ediciones en los años 80 participando en su creación con Paco Millán y en la organización en las dos primeras, hasta que los políticos se lo cargaron, para no hacerle sombra al de San Sebastián.
Con los años lo resucitó José Luis Ruiz como Cine y Deportes y ahora ha pasado a ser Sevilla Festival de Cine Europeo, al que he concurrido en todas sus ediciones al celebrarse en mi ciudad.
Fui testigo del nacimiento del Festival de Cine Ecológico de Canarias, de un efímero Festival de Cine de León, acudí un año al de Gijón como jurado, función que he ejercido en algunos de los mencionados, pero de todos ellos el que me resulta más entrañable es el de Huelva.
Asisto a él desde la primera edición en la que me alojé en una humilde fonda cerca del mercado y todo se centraba en el Hotel Tartessos: oficinas, ruedas de prensa, comidas (inolvidables las cartas con nombres de películas) y las proyecciones en el cercano Cine Emperador. Después vinieron otros locales a apoyarlo como el Rábida, los Fantasio hasta que fue cerrado y relevado hasta llegar al actual Acualón.
También fue sustituido en su momento su fundador, mi buen amigo José Luis Ruiz, tras veinte años al frente, por otros directores como Diego Figueroa, Jon Apaolaza, Francisco López Villarejo, hasta el actual Eduardo Trías, que ha sabido tomar el relevo asumiendo perfectamente el espíritu inicial superando momentos difíciles de crisis económica como la que atravesamos y lo está haciendo bien, pues lleva al frente cinco años.
El de Huelva siempre ha sido un festival humilde, con poco presupuesto, a pesar de tener que luchar contra otros de su género más allá del océano como Viña del Mar y La Habana, así como algunos europeos sobre cine iberoamericano y cada año otros incorporan esta sección, como San Sebastián.
Siempre ha estado bien considerado por la Administración, aunque no le diera mucho dinero. De un tiempo a esta parte algunos organismos oficiales aportan cantidades importantes a los premios del Colón para apoyar que las películas galardonadas sean distribuidas y se puedan ver en las salas comerciales del país.
A lo largo de tantos años tuve la oportunidad de difundir el certamen en diversos medios como la Cadena Cope, El Correo de Andalucía, Televisión Española Andalucía, Canal Sur Radio, el Diario Odiel y de conocer a figuras del cine español como Luis Buñuel, Luis García Berlanga, Carlos Saura, Fernando Fernán Gómez, Juan Antonio Bardem, Fernando Rey, Alfredo Landa, Manuel Gutiérrez Aragón, Jaime de Armiñán, Antonio Ferrandis, Fernando Colomo, Ángela Molina, Carmen Sevilla, Sara Montiel, Imanol Arias, Concha Velasco, Maribel Verdú, Juan Luis Galiardo y sudamericanas como Luis Alcoriza, María Félix, Mario Moreno
Cantinflas, Glauber Rocha, Ignacio López Tarso, Edward James Olmos, María Conchita Alonso, Cecilia Roth, Adolfo Aristarain, Miguel Littin, Norma Aleandro, Leonardo Sbaraglia, Ernesto Alterio, etc. sabiendo que me dejo muchos nombres atrás por no hacer la lista más larga y todos ellos recibieron su merecido homenaje acompañados de compañeros y críticos.
Una de las cosas que siempre admiré de este certamen es la imaginación que sus dirigentes ponían para superar la falta de medios, para darle vida y hacerlo distinto cada año, inventando nuevas secciones como Cine y Literatura, Debate del cine andaluz, Sección Federico García Lorca, Iberoamérica vista desde fuera, Diez años, diez films (una vez españoles, otra sudamericanos), Huelva y el cine, Gabriel García Márquez, Las folklóricas y el cine, La otra América, El flamenco y el cine, Memorial Claudio Guerin, Mujeres realizadoras, El erotismo en la América latina, Visión Europa, etc., y la retrospectiva cada año de un país.
Huelva siempre la he considerado una ciudad apropiada para un festival, acogedora, entrañable, manejable y cercana, así como sus gentes, que han sabido hacerlo suyo y apoyarlo como a sus dirigentes y a cuantos venimos cada año recibidos con el mayor cariño como el que yo le tengo, por eso es mi festival favorito.