Enrique Colmena
Seguramente no seré imparcial, ni quiero serlo: hace casi treinta años fundé, junto a varios compañeros de la crítica de la época, la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECÁN), pionera de las asociaciones homólogas regionales en España.
Por eso cuando hablo de la Asociación no puedo ser objetivo, porque es como hablar de un hijo. ASECÁN padeció a mediados de la pasada década (les recuerdo que estamos ya en la segunda del siglo XXI…) un tiempo aciago, que podríamos llamar (haciendo un símil histórico con la Italia de los setenta) los Años de Plomo, de los que, afortunadamente, se está recuperando desde hace un par de años. Entre las actividades asecaneras siempre fue una seña de identidad la entrega de los premios que llevan el nombre de la Asociación; hubo una época en la que se reputaron, con toda justicia, como los Goyas andaluces. En ese camino de recuperación está empeñado el nuevo presidente, Javier Paisano, y ése ha sido, creo, el sentido de la ceremonia de entrega de este año, celebrada el 5 de febrero de 2011 en la Fundación Cajasol, en Sevilla. Ha sido una ceremonia sobria, elegante, en muchos momentos emotiva, bien diseñada y conducida, en la que se ha rendido homenaje al cineclub Vida y a su actual director, Manuel Alcalá, por los más de cincuenta años que la institución viene ofreciendo buen cine a la cinefilia sevillana.
En cuanto a los premios ASECÁN propiamente dichos, hay que decir pronto que han sido todos muy merecidos. Pilar Távora recogió la placa que reconocía la mejor dirección por su emotiva
Madre amadísima, y animó a los andaluces a seguir trabajando y premiando los trabajos de sus paisanos. El guionista Gerardo Olivares, también director de la (de algún modo) rousseauniana y truffautiana
Entre lobos, recogió el premio al mejor libreto. María Alfonsa Rosso fue premiada como mejor actriz, por sus matizados trabajos en
Nacidas para sufrir y
Madre amadísima, y Manolo Solo fue el mejor actor por nada menos que cuatro títulos,
El gran Vázquez,
El cónsul de Sodoma,
Amador y
Biutiful, provocando una broma de la presentadora del acto (junto al periodista Pablo Barriga), la actriz Mercedes Hoyos, que le pidió la receta para trabajar tanto y tan bien.
Álex Catalán se alzó merecidamente con el premio a la mejor contribución artística por
Habitación en Roma, de Julio Medem, y los Encuentros con el Cine Español y Muestra del Cine Español de la Diputación de Jaén fueron los receptores del galardón a la mejor labor de difusión del cine en Andalucía. Un meritísimo espacio netamente cultural de Canal Sur,
El público lee, dirigido y presentado por Jesús Vigorra, se llevó el premio al mejor programa de televisión, y el de mejor labor informativa sobre cine fue, de forma igualmente merecida, para el programa de Radiópolis
Alfombra Roja, de los críticos Juan José Roldán y Pepe Serrano.
El premio al mejor documental andaluz, distinción creada este año, correspondió muy atinadamente al excelente trabajo de Manuel H. Martín
Bécquer desconocido, con guion de Aleix Raya y de nuestro viejo amigo Miguel Ángel Reina, que fue durante una etapa de ASECÁN una pieza fundamental en su funcionamiento. El mejor cortometraje fue
El ambidiestro, de Nono Palomino, que recrea de forma peculiar la dolorosa guerra civil española. El premio al mejor libro sobre cine escrito fue para la profesora cordobesa Ana Melendo por su volumen
Antonioni: un compromiso ético y estético, editado por la Filmoteca de Andalucía.
Finalmente, los premios a mejor película española y extranjera recayeron en dos propuestas estimulantes,
Buried. Enterrado, de Rodrigo Cortés, y
Un profeta, de Jacques Audiard.
En resumen, una nueva edición que significa un gran paso adelante en la recuperación plena de ASECÁN, lo que esperamos fervientemente. Hay que felicitar a los premiados, sin duda, todos ellos justos ganadores de los galardones, así como a Manuel Alcalá y el cineclub Vida por el homenaje que la gente del cine le ha tributado. También es el momento de reconocer el gran trabajo del presidente Javier Paisano y su equipo en esta nueva etapa asecanera, y desearle todos los éxitos posibles, porque sus éxitos serán los nuestros, los de los que amamos el cine en Andalucía.