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La figura de Alfred Hitchcock sigue dando materia para el cine: cuando no es la trasposición de alguna parte de la vida y obra de aquel gordo genial, como en el biopic Hitchcock (2012), de Sacha Gervasi (curiosamente también sobre la génesis de Psicosis), o tangencialmente, como figura secundaria, en Grace de Mónaco (2014), de Olivier Dahan, lo es como tema documental en la trasposición al cine del famoso libro de Truffaut El cine según Hitchcock, que en la gran pantalla llevó el título de Hitchcock/Truffaut (2015), de Kent Jones.

Ahora nos llega este documental, originalmente titulado simplemente 78/52, refiriéndose al número de planos y de cortes que constituyen esa pequeña gran maravilla de la escena de la ducha de Psicosis (1960), una de las obras maestras de Hitchcock, y, junto a Los pájaros, seguramente la más conocida de todas sus películas. Sobre esos 45 segundos que dura la escena de la ducha iremos conociendo la opinión, pero también la información, de un buen puñado de profesionales del cine: directores como Guillermo del Toro, Peter Bogdanovich, Mick Garris, Karyn Kusama y Eli Roth; intérpretes, como Illeana Douglas y Elijah Wood; músicos como Danny Elfman; escritores como Bret Easton Ellis (autor de la famosa novela American Psycho, evidentemente deudora de Psicosis); pero también a la doble de cuerpo de Janet Leigh en la escena de la ducha, la modelo Marli Renfro, o algunos de los familiares de Hitchcock, como su nieta Tere Corubba, el hijo de Anthony Perkins, Osgood, o la hija de Janet Leigh, la también actriz Jamie Lee Curtis.

Esas entrevistas, distribuidas a lo largo del metraje del film, intercaladas con escenas tanto de Psicosis, fundamentalmente, pero también de otras películas de Hitchcock, e incluso del remake que Gus Van Sant hizo con el mismo título original de Psycho (1998), que reprodujo plano a plano la película de Hitchcock, constituyen la materia de este notable documental que desmenuza la perfección de la famosa escena, nos muestra todas sus interioridades, cómo fue rodada, quiénes realmente pusieron los cuerpos o la cara que vemos en pantalla, qué tipo de montaje se hizo para que la escena resultara tan impactante, etcétera.

Pero 78/52 no se queda solo en los aspectos técnicos, con ser estos importantes. Con ayuda de los muchos especialistas requeridos para ello, conoceremos muchas de las particularidades sociales, políticas, sociológicas, psicológicas, cinematográficas que conllevaba el film: así, se nos hablará de cómo Psicosis supuso un cambio fundamental en el cine de la época, acostumbrado al technicolor y a las historias risueñas, para darnos una película pequeña, en blanco y negro, de personajes tortuosos y torturados, quizá prefigurando el cambio brutal que supuso la década de los años sesenta (movimiento beatnick, Elvis, hippies, contracultura, antiVietnam, Berkeley, Mayo del 68...) en la alegre y confiada sociedad USA y mundial de los cincuenta. Pero también se hablará del papel de la madre tal y como nos lo presenta aquí Hitchcock, la madre como sobreprotectora que castra a los hijos hasta hacerlos depender de su progenitora incluso más allá de la muerte, insuflando en ellos la necesidad de reproducir los aspectos castradores de esa educación represora incluso personificándolas, interpretándolas, dándoles cuerpo y vida.

Entre los muchos detalles que se comentan está el de la elección de Hitch de uno de los cuadros más explícitos de la serie “Susana y los viejos”, tema que cultivaron durante los siglos XV y XVI varios maestros de las escuelas flamenca e italiana (Van Leyden, Tintoretto, Rembrandt, Rubens...), como objeto cotidiano que oculta el avieso agujero por el que Norman Bates espía el baño de la protagonista, y que permitirá a los entrevistados y al narrador una sabrosa digresión sobre el voyeurismo y sobre la forma en la que Hitchcock castigará al espectador por esa morbosa mirada compartida con Norman.

Se habla también de la importancia de los famosos chirridos (realmente sonidos de cuerdas de violín) de la escena de la ducha, y cómo Bernard Herrmann, el autor de la banda sonora, convenció a Hitchcock para que los usara para ese percutante momento, pero también de la importancia de los “storyboards” del artista Saul Bass (inolvidable creador de espléndidos títulos de crédito, como los de los primeros títulos de la serie 007) en la filmación de la escena del baño.

Anécdotas, curiosidades, dobles de cuerpo, trucos... hasta alguna añagaza de Hitchcock para burlar la censura de la época, el famoso Código Hays aún en vigor entonces, constituyen un sabroso bocado para el cinéfilo o simplemente para el aficionado al cine, en un lenguaje llano y sin tecnicismos, fácil de seguir, de amena narración y, en conjunto, una película de lo más agradable para cualquier espectador que se haya sentido interiormente golpeado por aquella magistral escena (o sea, todo el mundo....).

Alexandre O. Philippe es un director y guionista suizo afincado desde hace años en Estados Unidos. Desde allí ha formulado ya una más que interesante filmografía, siempre en clave de documental y con muy diversas miradas, perspectivas y tonos, con títulos como The people vs. George Lucas (2010), The right to breathe (2011), The life and times of Paul the psychic octopus (2012) y Doc of the dead (2014). 78/52. La escena que cambió el cine es una nueva y sugestiva aportación a esa visión documental que ha revolucionado el cine, proponiendo, con éxito, que no solo la ficción pueda interesar a públicos medios no necesariamente especializados.


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91'

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78/52. La escena que cambió el cine - by , Jul 09, 2018
3 / 5 stars
Desmenuzando la perfección