Pelicula:

Esta película forma parte de la programación del Atlàntida Mallorca Film Fest 2021. Está disponible por tiempo limitado en Filmin.

Melanie Waelde (Dachau, 1992) es una joven cineasta germana que estudió en la prestigiosa Deutsche Film und Fernsehakademie Berlin (DFFB), la Academia Alemana de Cine y Televisión. Hasta ahora había hecho 8 cortos y varios episodios de una serie. Su debut en el largo de ficción se produce con este Animales desnudos, que nos parece un peculiar intento de hacer neo-neorrealismo a la tedesca, aunque habrá que decir pronto que somos de la opinión de que ha errado el tiro.

La acción tiene lugar en nuestros días, en algún lugar de Alemania, sin concretar. Los protagonistas son cinco chicos menores de edad, en torno a los 17 años (aunque algunos de los actores que los encarnan superan de largo esa edad), que por alguna razón que no se revela, conviven en un piso mientras cursan el último año de la enseñanza secundaria, paso previo a dar el salto a la universidad, la formación profesional o directamente el mercado de trabajo (o el paro, que también lo hay en la tierra de Goethe...). De los cinco, la peli se centra sobre todo en dos, un chico, Sascha, y, sobre todo, una chica, Katja, que es en puridad la auténtica prota del film. Estos dos chicos están volcados, más que en sus estudios, que parece que les importan mayormente un pimiento, en su afición por las artes marciales (parece judo, pero no nos hagan mucho caso que no entendemos gran cosa...), en las que son consumados expertos, teniendo incluso asignada dentro de la escuela en la que ejercen la tutela de las clases de niños. De los otros tres conoceremos algo más a Benni, un chico enclenque y de poco espíritu que piensa dejar de ir a clase porque no ve futuro para él...

Como decíamos, pareciera que Animales desnudos, de sugerente título, intenta inscribirse en una especie de neo-neorrealismo a la alemana, retazos de la vida de cinco chicos en ese momento crucial en el que se puede definir el resto de la vida, o también estropear, en un contexto de cine social. Los cinco no se puede decir que estén especialmente motivados por nada, salvo los aficionados a las artes marciales, y la peli se dedica a seguir sus andanzas (por decir algo), pero con menos brío todavía del que aparentan estos cinco adolescentes apáticos.

Waelde, la directora, a la que la adolescencia no le pilla tan lejos, parece querer hacer un retrato desencantado de cierta juventud sin esperanza, sin horizonte, sin motivación, probablemente incluso sin ganas de vivir. La idea podría ser plausible, si no fuera porque la cineasta parece haberse contagiado de la apatía, del nihilismo de sus jóvenes personajes, con una puesta en escena amorfa, cansina, que no cuenta nada ni dice nada, simplemente se dedica a seguir las escasas peripecias de estos chicos, con cierta tendencia a pegarse por un quítame allá esas pajas, y en la siguiente secuencia están comiéndose la boca tan ricamente.

Con cierto planteamiento pansexual, como parece que toca inevitablemente en nuestro tiempo en todo lo que se refiere a la gente joven, un tiempo en el que los roles sexuales definidos han pasado a la historia, Animales desnudos resulta así una película aburrida, sin tema propiamente dicho, con una realización que lo fía todo a una (poco nerviosa) cámara al hombro, que cartografía los rostros de sus protas, los escudriña hasta que se les ve el acné y los granos, con un escrutinio que debería arrojar luces sobre sus tristes vidas, pero que ciertamente no arrojan mayormente nada, en una historia un poco zombi, con un desaliño formal probablemente premeditado --no parece que el paso por la Academia Alemana de Cine y Televisión haya sido en vano...--, pero también con una narrativa pesada e insidiosa, en la que parece desconocerse el recurso de la elipsis: con decir que la eliminación de los puntos de sutura en la frente de la chica nos la dan enterita, sin ahorrarnos ni uno solo de esos puntos, está todo dicho... Hay mucho plano superfluo, caminando o haciendo cosas banales, como quitarse una postilla de la pierna o morderse los padrastros de los dedos, actividades sin duda interesantísimas, pero a la que no les terminamos de pillar el punto...

Hay, es cierto, una cierta poesía, no impostada, de la cotidianidad, como si la directora quisiera hacer una oda en tono menor sobre estos chicos que no tienen futuro, pero que desde luego tampoco hacen nada para tenerlo, una existencia en la que la desidia, la atonía, lo marcan todo, lo impregnan todo. Película confusa, difusa, abstrusa y obtusa (se nos acaban los adjetivos terminados en –usa...), lo cierto es que no nos terminamos de enterar de qué va, un film que no encuentra su sitio y al que, evidentemente, le sobra metraje, a pesar de su corta duración, poco más de 80 extenuantes minutos.

La guionista y directora se dedica en exclusividad a contar los hechos (por decir algo) de los adolescentes: así, los personajes adultos son casi inexistentes o directamente irrelevantes, sin mayor incidencia en la trama, son meramente extras, alguno con frase banal, pero casi todos como paisaje de estos cinco pobres diablos, de estas cinco almas que son nihilistas sin saberlo, en la que con cierta frecuencia usan como modo de comunicación entre ellos una violencia estúpida, gratuita, como si las palabras no fueran suficiente y tuvieran que hablarse a guantazos (o como se diga en esto del judo...).

Llama la atención, y quizá la idea sea esa, llamar la atención por algo (ya que no por la trama, según vemos), la utilización de un “aspect ratio” en torno al 4:3, similar al formato televisivo (sin ser este un producto catódico) o de las viejas pelis mudas de principios de siglo XX, en lo que parece un recurso más bien vacuo (sí, como la peli...). En las gacetillas se ha hablado como referente El señor de las moscas (la memorable novela de William Goldman), Kids (la procaz peli de Larry Clark con adolescentes hablando de sexo con pasmosa franqueza) y la filmografía del “enfant terrible” canadiense Xavier Dolan, pero nos parece que Animales desnudos está a años luz (para mal) de cualquiera de esas referencias... De hecho, más que El señor de las moscas, los personajes lo que parece es que están "cogiendo moscas", la frase hecha del español que atribuye tener algún tornillo flojo al sujeto que se dedica a tal actividad.

Un final en anticlímax no arregla tampoco una película manifiestamente prescindible, que esperamos no marque ningún camino para el futuro, porque si no, el porvenir puede ser horrible (el cinematográfico y el social, queremos decir...).

Las óperas primas de la pasada Berlinale debieron ser bastante flojitas... si no, no se entiende que esta endeble Animales desnudos consiguiera el premio al mejor debut en la dirección...

(09-08-2021)


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83'

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Animales desnudos - by , Aug 09, 2021
1 / 5 stars
¿“El señor de las moscas”, o cogiendo moscas?