Instalado en el cine americano desde mediados de los años ochenta, con filmes como El borracho, Mujer blanca soltera busca... o El misterio Von Bulow, el europeo Barbet Schroder goza generalmente de un aprecio entre mis colegas que, me apresuro a pedir disculpas, no comparto. Sus películas me parecen tan prefabricadas como la mayoría de las de sus compañeros en la realización de su país de adopción, Estados Unidos. Aunque hay detalles que destacar en su cine, éste generalmente tiende a la trampería.
Algo así sucede con este Antes y después, un confuso drama familiar sobre demasiadas cosas: el determinismo, evocado por la hija menor, que narra la historia, ese instante que nos cambia la vida sin verlo venir; el amor paterno-filial, con los desacuerdos típicos de todo filme con relaciones entre generaciones distintas; el rechazo de la comunidad ante el que creen el Malo; la verdad o la mentira como formas de afrontar la vida; lo justo o lo conveniente... demasiadas cosas, tratadas además con brochazos de grueso trazo, dando bandazos en las temáticas tratadas hasta el punto de que ninguna cobra auténtico protagonismo.
Así las cosas, la película vale lo que sus intérpretes, y ahí se pierde, con un Liam Neeson que transmite lo mismo que un témpano de hielo: nada; una Meryl Streep muy superior a su marido en la ficción, pero con su habitual tendencia al lloriqueo, tan apropiado en este caso; y el esquelético Edward Furlong, descubierto en Terminator 2, que parece querer ganar a todo trance el concurso de Mister Anoréxico 1995.
Antes y después -
by Enrique Colmena,
Jan 24, 2001
1 /
5 stars
Confuso drama
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