En su momento, esta película sorprendió en el Festival de Cannes, donde llegó a obtener el Premio de la Juventud, por su apasionada puesta en imágenes de los últimos tiempos de la vida de una mujer, desde que se enamoró sin remisión de un joven déspota y snob, un parásito que la chuleaba y finalmente la indujo al asesinato. Esta historia real sucedió en la puritana Inglaterra de los años cincuenta, y la auténtica protagonista fue la última mujer ajusticiada en el Reino Unido.
La película tiene interés por el estudio de los personajes que hace Mike Newell, centrándose fundamentalmente en los caracteres de la pareja principal, con una mujer entregada a un hombre que la maltrataba física, pero sobre todo moralmente. Este callejón sin salida sentimental se resolvió, como seguramente no podía ser de otra manera, fatalmente. Pero el filme es también un cierto estudio social de una época, la Inglaterra pre-Beatles, un edén de mojigatería. Excelente Miranda Richardson en el papel protagonista.
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