Carol

Carol se centra en la relación, en el Nueva York de los años 50, entre dos mujeres de mundos distintos, tanto por edad como por extracción social. Therese es una joven de veinte años, empleada de unos grandes almacenes de Manhattan, que sueña con ser fotógrafa (en la novela coreógrafa teatral), que se siente atraída cuando conoce a Carol, una seductora mujer de la alta sociedad, elegante, sofisticada, atrapada en un matrimonio adinerado pero infeliz, sin amor, del que se está divorciando, y se hacen buenas amigas. Ambas emprenden un viaje de descubrimiento y liberación, durante el cual su relación se estrecha, en el tiempo de una pacata sociedad norteamericana, en la que la homosexualidad era delito y ponía en peligro la custodia de los hijos.

Entre ellas surge una conexión inmediata que irá haciéndose más intensa, y a medida que la historia se desarrolla van cambiando sus vidas, mostrando a Carol más temerosa de perder la custodia de su hija con la separación, cuando su esposo la cuestiona como madre, debido a la relación lésbica que sostenía con Abby, su mejor amiga. En este sentido denuncia el machismo de la época en la que los hombres tenían más derechos que las mujeres. Ambas se sienten insatisfechas en sus relaciones, Carol con su marido, y Therese con su novio, con el que no quiere casarse, y las dos se dejan llevar por sus emociones aprovechando para buscar la felicidad.

Es la adaptación de la segunda novela de Patricia Highsmith, El precio de la sal, de carácter semiautobiográfico, de amores prohibidos, en la que la autora se identifica con el personaje de Therese. Fue publicada en 1952 con el seudónimo de Claire Morgan, para no descubrir sus tendencias homosexuales, a la que dio un tono de thriller sentimental de carácter lésbico, tratando de evitar el código moral de su tiempo, novela que tuvo gran éxito de venta llegando al millón de ejemplares. Reeditada de nuevo en 1990 con el título de Carol, reconoció ser la autora.

El film cambia la estructura de la novela, elimina personajes secundarios y acentúa las miradas y el contraste entre ellas: Therese, una chica humilde e introvertida, y Carol, una mujer elegante, rica, extrovertida.

Recuerda en la realización este melodrama clásico, que ha cambiado en la temática, a Lejos del cielo (2002), del mismo director, en el que imitaba a los dramas de Douglas Sirk, del que éste es como la otra cara de la misma moneda, muy bien ambientado en la época en peinados, maquillajes, decorados, vestuario, etc., realzados por los colores apastelados y la estética fotográfica de Edward Lachman.

La realización de Todd Haynes, buen director de mujeres, resulta un poco falta de pasión, con dominio narrativo y cuidado en la puesta en escena, con una inspirada banda sonora de Carter Burwell adornada con algunas canciones de esos años.

Estupenda Rooney Mara, que es prácticamente la protagonista, interpretada con sensibilidad, y perfecta Cate Blanchett, ambas nominadas al Oscar. Los personajes masculinos quedan más en segundo plano.

Es la historia de la perversión de una mujer que se debate entre el miedo a que su marido le quite a su hija, la esperanza de que no suceda y el amor por Therese.