Mantenemos que las biografías en cine son siempre peligrosas, por lo difícil que es abarcar toda una vida en tan solo una película. Es algo más apropiado para las serie de televisión. Este problema se acentúa cuando el biografiado es una figura importante del mundo del arte, como es en este caso el genial Charles Chaplin. Habría que abarcar aquí no solo su vida, agitada y extensa, sino también su obra, no menos importante y abundante.
Tal vez hubiera sido inteligente elegir una u otra faceta, pero es que ambas van tan unidas que, como se dice en la propia cinta, “si quiere conocerme vea mis películas”. El film tiene ese problema. Para los que conocemos a fondo la vida y obra de Charles Chaplin, y en España se ha publicado al menos una docena de libros sobre él, la verdad es que no nos dice nada nuevo. Tan solo nos tenemos que limitar a tratar de identificar personajes y películas.
Para una juventud que no conoció en vida a Chaplin ni demasiado sus películas, porque la verdad es que estas prácticamente han desaparecidos de las televisiones, al menos las generalistas, muchos de los nombres como Mabel Normand, Edna Purviance o Paulette Goddard, no les dicen gran cosa. Como por otra parte el guión pretende ser fiel a la realidad y no destapar ningún escándalo que llame la atención, resulta sumamente plano, sin altibajos de interés y algo frío. Muy bien Robert Downey Jr. y justa su nominación al Oscar.
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