Pelicula:

Richard Quine fue un cineasta norteamericano con una carrera bastante dilatada (1948-1980), en la que, tras un comienzo dirigiendo audiovisuales de toda laya, quizá buscando su propio estilo, por fin lo encontró a mediados de los años cincuenta, en los terrenos de la comedia, género en el que haría sus mejores películas, justamente recordadas: Me enamoré de una bruja (1958), con James Stewart y una espléndida Kim Novak; La indómita y el millonario (1959), con Jack Lemmon y Doris Day; La pícara soltera (1961), con Tony Curtis y Natalie Wood. Aunque también en esa época hizo algunos dramas muy interesantes, como Un extraño en mi vida y El mundo de Suzie Wong. Pero a mediados de los años sesenta, tras hacer esta Cómo matar a la propia esposa, Quine dejó de recibir encargos para hacer el tipo de comedia que le gustaba, y su trabajo desde entonces, en líneas generales, fue muy inferior, hasta su muerte (por suicidio) en 1989.

Cómo matar a la propia esposa es, entonces, el canto del cisne del cine que realmente gustaba a Quine, una comedia elegante, irónica, con frecuencia cáustica aunque sin perder nunca las formas, una comedia muy británica aunque él fuera norteamericano y todas sus películas se rodaran en Estados Unidos con temáticas yanquis.

En la película se nos narra la historia de Stanley Ford, un afamado y adinerado dibujante de cómix, creador de una tira diaria que publican más de cuatrocientos diarios a lo largo de todo país, centrada en la ficticia figura de una especie de agente secreto, Bash Brannigan. Ford tiene a gala que las aventuras y peripecias que presenta en sus tiras se correspondan con las que él mismo realiza en la realidad, siempre fotografiadas por su fiel mayordomo, Charles. Ford es un soltero impenitente, pero cuando en una noche pasado de alcohol se casa con una italiana que no sabe ni papa de inglés, toda su vida se convulsiona...

Cómo matar a la propia esposa es, como decimos, el epítome del cine de Quine: con un brillante guion de George Axelrod, obviamente no en clave realista, la película es un delicioso bocado que juega a placer con la lucha de sexos, en una comedia de tintes negros que (es cierto) en el siglo XXI sería muy políticamente incorrecta; consideremos entonces esa como otra de sus virtudes, la de una serie de creadores (Axelrod, Quine, también Lemmon, Lisi y Thomas a través de sus interpretaciones) que dieron forma a esta divertida, inteligente, simpática historia con secuencias antológicas, como la del “botón” pintado con tiza sobre la baranda del jurado, de la que Lemmon y su partenaire en la escena, Eddie Mayhoff, hacen toda una creación.

(31-03-2020)


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118'

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Cómo matar a la propia esposa - by , Mar 31, 2020
3 / 5 stars
Comedia negra sobre la lucha de sexos