Los hermanos Coen vuelven por donde solían. Es cierto que nunca abandonan el territorio de la comedia, aunque su anterior título, El hombre que nunca estuvo allí (2001), parecía incidir más bien en el homenaje a los viejos filmes de cine negro de los años cincuenta, con su luminoso blanco y negro, vampiresas de tomo y, sobre todo, mucho lomo, perdedores de rostro hierático y pantalla llena de humo de tabaco. Pero en el fondo también era una comedia, como El gran Lebowski (1998) o incluso Fargo (1996).
Pero el cine de comedia de Joel Coen, como director, y Ethan Coen, como productor y coguionista, suele diferenciarse muy claramente de los estereotipos del género. Esta Crueldad intolerable no iba a ser menos, y aunque es, evidentemente, no sólo una comedia, sino además de carácter romántico, no tiene nada que ver con lo que se hace hoy día en Estados Unidos en el género: tiene muchísima más mala uva, con dos protagonistas que son, cada uno a su manera, un par de malas personas integrales: él, apolíneo abogado de prestigio, con todo el aspecto de anunciar trajes de Emidio Tucci para El Corte Inglés, especializado en desplumar incautos cónyuges aunque éstos lleven toda la razón del mundo, dejándolos, como se dice repetidamente en el filme, en pelota picada; ella, bombón ambulante, se ha licenciado en casarse con ricachones tripudos a los que posteriormente desvalija a modo, vía divorcio.
El desafío está servido: el choque de estos dos trenes de perfidia probablemente sobrevenida será tremendo, y, para nuestro gozo, divertidísimo, aunque a la par muy ácido: ambos son ricos crasos, sin escrúpulos ni vergüenza, pero a ambos les falta algo. Hasta que no sepan reconocer lo que es (el uno al otro, claro: en una comedia romántica, incluso de los Coen, el final no puede ser distinto), no podrán entender que la vida es algo más, mucho más, que el despelleje económico del vecino.
Con diálogos chispeantes, situaciones espléndidas y un paradójicamente virtuoso trabajo de la sexy pareja protagonista, la película de los Coen confirma que estos hermanos, que parecen gemelos por su unidad de estilo, son actualmente una de las cimas del cine USA.
(01-11-2003)
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