El mito del eterno retorno sigue funcionando: Sidney Lumet, casi medio siglo después, vuelve al género que le dio fama, el drama de juicios, en el que se dio a conocer en 1957 con Doce hombres sin piedad. Su nuevo título, ya octogenario como es el cineasta, es este Declaradme culpable, basado en una historia real, la de un gánster italoamericano que, atrapado por enésima vez, decide representarse a sí mismo en el juicio, harto de que los leguleyos de rigor le acribillen a facturas y le dejen tirado en la estacada.
Vaya por delante que esta película no tiene la altura de Doce..., pero también es verdad que, al lado del cine que se hace hoy día, tiene una altura y un empaque que la destaca sobre sus coetáneos. No deja de ser curioso que, cuando Lumet, en los últimos tiempos, se ha puesto “moderno” (véase, por ejemplo, el pestiño de Gloria), la pifia a modo. Sin embargo, cuando vuelve a sus orígenes, al cine pausado y humano de los años cincuenta y primeros sesenta, su figura crece apreciablemente.
Declaradme culpable es, entonces, un apañado filme de juicios, con un protagonista que, a pesar de ser un rufián, un matón a sueldo de la mafia, cae irremediablemente simpático. Ése quizá sea un perfil no precisamente positivo del filme, como tampoco el hecho de que el ministerio fiscal esté representado por un tipo antipático, irascible, al que sólo le importa su carrera. Pero, ya lo sabemos, el cine no está para catequizar.
Así las cosas, la película está bien narrada (al margen de un cierto bache inicial, poca cosa), y las divertidas salidas de tono de este gánster que se hizo popular por su forma de defenderse no hacen sino confirmar que, al menos en la justicia norteamericana, la mera aplicación del sentido común y algo tan simple como llamar a las cosas por su nombre, puede ser devastador... Apreciable trabajo el de Vin Diesel, al que estamos acostumbrados a ver en papeles de hombre-mamporro, pero que, cuando le dejan, demuestra que tiene también buenas dotes de actor.
Declaradme culpable -
by Enrique Colmena,
May 03, 2006
3 /
5 stars
Cine a la antigua usanza
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