Pelicula:

Jonás Cuarón es hijo de Alfonso Cuarón, el prestigioso director y guionista mexicano ganador de cuatro Oscar. Jonás contribuyó, por cierto, como coguionista, en Gravity (2013), que reportó a su padre dos de las cuatro estatuillas mencionadas. Pero a la vista de este Desierto, segundo de sus largometrajes de ficción, parece que, al menos por ahora, Jonás no tiene el talento de su progenitor.

La acción transcurre en la actualidad, en los desiertos existentes entre México y la baja California. En un camión viaja un grupo de inmigrantes clandestinos que pretenden entrar en los Estados Unidos, transportados por el capataz de turno de los mafiosos que se enriquecen con esta lucrativa actividad. Pero el vehículo se avería y el grupo habrá de continuar su camino hacia los USA a pie. Sam, un norteamericano con un tornillo flojo (o mejor todos los tornillos flojos...), obsesionado con la que él considera una invasión de hispanos, los va matando uno a uno. Moisés, uno de ellos, habrá de intentar escapar como pueda de esta cacería del hombre...

Desierto tiene virtudes: sin duda, la más interesante es la que pone en escena el grave problema de la inmigración del Tercer al Primer Mundo, algo que nadie puede objetar, en términos ontológicos: cómo oponerse a que los que malviven en países objeto de la incuria de sus dirigentes (y del olvido del mundo opulento, claro), intenten tener un futuro mejor, en paz y prosperidad, en esos paraísos con frecuencia de oropel que son Norteamérica, Europa, Australia, Canadá... En ese sentido está bien su aldabonazo, y también la personificación de la fobia que buena parte de la población yanqui tiene hacia ese fenómeno, en el tipo que pretende acabar con la vida de todos esos pobres infelices que aspiran a llegar a la tierra de promisión. No es banal hablar de “tierra de promisión”, no en balde el protagonista se llama Moisés, como el judío que guió a su pueblo hasta la llamada Tierra Prometida. Tampoco el nombre del asesino de mexicanos, Sam, es casual: no es difícil imaginarlo como símbolo de los Estados Unidos, el famoso “Tío Sam”.

Pero lo cierto es que después la situación única planteada, la reiteración de la persecución del asesino a sus incautas víctimas, la repetición de escenas sin apenas variaciones, termina cansando al espectador, a pesar del metraje incluso algo menos del estándar, solo 88 minutos. Cuarón Jr. tiene dicho que buscó mantener en tensión al público durante toda la película, pero me temo que no lo ha conseguido. Tiene algunos apuntes interesantes en planificación y resolución de escenas, pero el conjunto, cinematográficamente hablando, es claramente mejorable.

Nos quedamos con la denuncia de la fobia anti-hispana de buena parte de la sociedad WASP (blanco, anglosajón, protestante, en sus siglas en inglés), y con la esforzada interpretación de Gael García Bernal (que sirve igual para un roto que para un descosido...), cuya implicación ha sido tal que también interviene como uno de los productores ejecutivos; también con el trabajo entregado del yanqui Jeffrey Dean Morgan, que consigue que su personaje resulte odioso, justamente lo que se le pedía.


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Género

Nacionalidad

Duración

88'

Año de producción

Desierto - by , Aug 26, 2019
2 / 5 stars
Denuncia de la fobia anti-hispana