El amante de Lady Chatterley

Estreno en Netflix.

El amante de Lady Chatterley, novela escrita por D.H. Lawrence y publicada en Florencia en 1928 (en el Reino Unido estuvo prohibida hasta 1960), está considerada como un clásico de la literatura romántica y erótica, y ha sido llevada al cine y la televisión en multitud de ocasiones, aunque lo cierto es que nunca se ha hecho lo que podríamos llamar una versión canónica, una versión indiscutible. Se han hecho adaptaciones exóticas, como la japonesa Tokyo Chatterley fujin (1977) o la checa Milenec lady Chatterleyové (1998), y otras descaradamente eróticas, como El amante de Lady Chatterley (1981), que hizo Just Jaeckin con la entonces diva del género Sylvia Kristel. Como curiosidad, en 1993 se grabó una miniserie británica de la BBC, titulada en España Lady Chatterley y el despertar de la pasión, que fue interpretada por Joely Richardson en el papel principal... actriz que en esta versión que comentamos ahora, El amante de Lady Chatterley (2022), interpreta un papel secundario, el de la señora Bolton, cuidadora de Lord Chatterley en su infancia y también en su postración como parapléjico.

La historia, bastante conocida, se ambienta durante y poco después de la Primera Guerra Mundial, cuando aún era denominada Gran Guerra, sin el ominoso ordinal que le endosó la Segunda, aún más horrorosa que la Primera... En ese tiempo conocemos a Constance (a la que todos llaman Connie) Reid, que va a casar con Lord Clifford Chatterley, estando ambos sinceramente enamorados. Pero, una vez casados, Clifford, en la guerra, es herido y vuelve paralítico. Él le revela que en su situación le es imposible tener relaciones sexuales, pero también que no le importaría que ella, de forma discreta, se dejara embarazar, pues necesita un heredero para su legado nobiliario y económico. Connie, en principio renuente, conoce al nuevo guarda del coto, un escocés llamado Oliver Mellors, por el que concibe un irrefrenable deseo... pronto sus apasionados encuentros en la caseta de los faisanes, donde el guarda cuida de los pájaros, se hacen habituales...

Laure de Clermont-Tonnerre, de apellidos de apariencia tan aristocrática, es una cineasta francesa (París, 1983) que se licenció en Historia en La Sorbona y tomó clases de interpretación; con una carrera como actriz no especialmente distinguida, a partir de 2013 se dedica también a la dirección de cine y televisión, con varios cortos y episodios de series (alguna tan distinta del film que comentamos como American Crime Story), y dos largometrajes de ficción, su debut con The Mustang (2019), historia de redención de un convicto violento a través de su relación con un caballo indómito. Ahora hace este segundo film, una nueva adaptación del clásico de D.H. Lawrence, y ya podemos decir que, aunque tiene virtudes, tampoco nos parece que sea la versión definitiva de la popular novela.

La historia sigue con bastante fidelidad lo narrado por Lawrence en su original, aunque haciendo hincapié (son los tiempos que corren...) en una cierta explicitud en las relaciones sexuales de los amantes, que abundan y con bastante generosidad, con mucha epidermis, desnudos integrales de ambos y prácticas de todo tipo. Pero ciertamente no vemos que aporte nada nuevo a la historia conocida, ni tampoco es una versión demasiado personal. Tiene, eso sí, una buena ambientación, sin subrayados, lo que siempre se agradece, y una fotografía premeditadamente desvaída, como terrosa, huyendo de los colores puros, que no obstante saca buen partido de los paisajes de la campiña inglesa donde está rodada. Tiene cosas interesantes, como la forma epistolar de avanzar la historia a través de las cartas que Connie envía a su hermana Hilda, en las que veremos cómo evoluciona su inicial amor por Clifford hacia el hastío por la situación de éste, el deseo que la devora y cómo lo saciará con su amante; también tienen interés algunos detalles, como ese primer contacto físico entre Connie y Oliver, cuando él le entrega en las manos un polluelo de faisán, un momento en el que ella tiembla, pero no solo por el roce del pequeño pollo, sino, sobre todo, por el de la piel de él... Pero parece claro que De Clermont-Tonnerre busca hacer una versión más sexual que sensual, con mucho jadeo, en una película más bien impersonal, aunque no se puede decir que sea un film fallido.

Hay algunos apuntes sociales, aunque parecen más bien cosméticos, con los mineros en huelga, pero también con el desdén de la nobleza y de su propia familia hacia el amante de Connie por su origen humilde. Como la novela, ésta es también la historia de una renuncia por amor, aunque encontramos a los intérpretes no demasiado sobrados de carisma, en especial Jack O’Connell, el amante, pareciéndonos mejor, más fresca y segura, la protagonista, Emma Corrin.

(05-12-2022)