Pelicula:

CRITICALIA CLÁSICOS
Disponible en Filmin, Apple TV, Prime Video y Rakuten.

Siempre peleón y buscando la originalidad, David Lynch comenzó este film (su cuarto largometraje) con una secuencia que ha sido muy comentada, y que nos prepara para ver una galería de personajes, escenas y situaciones insólitas. Vemos una casa (de un tópico pueblo) con su césped, sus blancas vallas, sus arriates de coloristas flores, su exultante luminosidad, mientras pasa un coche de simpáticos bomberos saludando y niños que van alegres a la escuela. Un hombre de edad, el dueño, riega su parcela cuando repentinamente cae al suelo víctima de una apoplejía y la cámara lo abandona para penetrar en el subsuelo, oscuro, tenebroso y lleno de grandes hormigas e insectos, que luchan, se pelean y se matan entre sí, aludiendo al estilo de su primer largo, el angustioso Cabeza borradora.

Lynch venía de estrellarse comercialmente con su monumental Dune un par de años antes, en 1984, con una costosa producción de la familia De Laurentiis y no exento de interés, pero que se le escapó de las manos y tuvo una recortada copia final, no aprobada por el director. Pero siguió con esos productores que (lejos de proyectos enormes como la adaptación de la saga escrita por Frank Herbert) y cambiando de tercio, le confiaron esta Blue Velvet (como la preciosa canción de Bobby Vinton que oímos y se canta en el film), y que sólo costó seis millones, a pesar de tener un reparto con muchos nombres conocidos y solventes. Allí están Isabella Rossellini, Kyle MacLachlan (que luego arrasó como el Agente Cooper de la serie Twin Peaks, también de Lynch), y están Dennis Hopper, Laura Dern, Dean Stockwell, Hope Lange, Brad Dourif...

Bueno, pues en nuestra peli vemos a MacLachlan visitando en el hospital a su padre tras el susto del inicio en el jardín, y a su vuelta a casa se encuentra en el césped una oreja (detalle marca de la casa), la recoge pulcramente y la lleva a un detective de la policía local, conociendo allí a su hija, Laura Dern. Uno y otro hacen sus pesquisas, y contactan con la Rossellini -una cantante y mujer angustiada, extraña y fetichista-, y donde también aparece el peligroso, gangsteril y asmático Dennis Hopper. Entramos ya en un juego de terror sicológico, con ritos voyeuristas y sadomasoquistas, en el que se busca claramente sorprender al desorientado espectador, y otorgar de paso la vitola de originalidad a la cinta.

Con muchas idas y venidas de Kyle y Laura (que llegan a hacerse repetitivas en el tramo central del film) la narración se decanta por exagerar la personalidad de Dennis Hopper, y de paso emparejándolo con el otro extremo turbio y victimista del film, la Rossellini, como si el realizador prefiriera potenciar lo negativo a la normalidad (relativa) de su pareja protagonista, y confirmando de paso su gusto por las historias extrañas. Es como si nos dijera a los espectadores que lo oscuro es más atractivo que la luz y la claridad, teoría que luego se confirmaría en otras obras suyas posteriores, como Corazón salvaje o como en Mulholland Drive, cintas -por otra parte- ciertamente interesantes.  

Hay que reconocer que esta Terciopelo azul es ciertamente estilosa y que su elaborada fotografía o la excelente música de Angelo Badalamenti -el compositor favorito de Lynch- contribuyen a elevar el nivel del conjunto, contrarrestando otros aspectos que suenan a caprichosos. Pero también la cinta tiene la habilidad de presentarnos un cuadro social (y sociológico) lleno de contrastes, con un apacible, conformista y tópico pueblo norteamericano en el que -sin embargo- ocurren cosas rarísimas, perversas y extrañas. Y en el aspecto fílmico la cinta tiene una excelente planificación, muy hábil en los muchos interiores que tiene la obra.

En los actores sin duda el papel más llamativo lo tiene la hija de Ingrid Bergman y Roberto Rossellini, Isabella, que saca adelante un papel ciertamente difícil y lleno de complejidad, con escenas oníricas, bien secundada por MacLachlan y Laura Dern, en tanto Dennis Hopper exagera y gesticula en un rol que precisamente necesitaba de esos excesos. El tramo final, con tiroteos, Isabella herida y en grave peligro, y Kyle volviendo al lúgubre apartamento... pero luego regresamos a la luminosidad del comienzo, flores de colores, vallas blancas y otra vez con bomberos saludando, y un pajarito devorando un insecto. Vemos también otro primer plano de una oreja (y saltan las alarmas), pero no pasa nada, es nuestro protagonista descansando plácidamente en su jardín mientras  su enamorada sale por el porche sonriente y feliz. La pesadilla ha terminado.                                                                                                                                                                                                                                                                    
Pero lo más curioso de la carrera de David Lynch -un director complejo y difícil- es que todas las opiniones críticas coinciden en señalar como la mejor obra de su realizador Una historia verdadera, ya de 1999, film sencillo y original, de un abuelete que recorre casi quinientos kilómetros por carretera, montado en su cortadora de césped para visitar a un hermano enfermo, película que distribuyó en EE.UU. ¡¡la Walt Disney Pictures!!, quién te ha visto y quién te ve... Y terminando con Terciopelo azul (un terciopelo azul oscuro y veteado, que vemos en los créditos iniciales y finales), hay una curiosa cita del escritor británico J.G Ballard, especialista en ciencia-ficción pero también con obras de nuestro tiempo, como El imperio del sol, que Steven Spielberg rodó parcialmente en tierras andaluzas. En esa cita opinaba Ballard que este film que hemos comentado, a él le parecía "como El Mago de Oz vuelto a rodar, pero con un guión  de Franz Kafka y con los decorados de Francis Bacon".

(11-02-2024)


Dirigida por

Género

Nacionalidad

Duración

120'

Año de producción

Trailer

Terciopelo azul - by , Feb 11, 2024
3 / 5 stars
¿Realismo surrealista?