Enrique Colmena

21/12/2025

La trigésimo octava gala de los Premios ASECAN-Cine Andaluz tuvo lugar ayer sábado día 20 de diciembre, en la rehabilitada Real Fábrica de Artillería de Sevilla, en el transcurso de un almuerzo (a la manera de los Globos de Oro) que fue retransmitido en “streaming” a través del canal de YouTube de la Asociación de Escritoras y Escritores Cinematográficos de Andalucía (ASECAN).

La gala se saldó con una victoria ajustada (en número de premios) por parte de la producción que venía como clara favorita, la formidable serie de Movistar+ Anatomía de un instante, una de las sensaciones del año, que se alzaría con hasta cuatro Llamas (el actual nombre oficioso de los Premios ASECAN, que procede del precioso verso del llorado Juan Antonio Bermúdez, “nos da pavor la quemadura, y somos llamas”), las correspondientes a Mejor Serie del Año, Mejor Dirección de Serie (Alberto Rodríguez y Paco R. Baños), Mejor Interpretación Masculina (Álvaro Morte) y Mejor Guion de Serie (Alberto Rodríguez, Rafael Cobos y Fran Araujo). Nada que objetar, por supuesto, porque la serie, que retrata espléndidamente aquel momento aciago (el 23-F) en el que la joven democracia española estuvo a punto de irse al garete, y que explica además tan didáctica como amenamente aquella complicada filigrana histórica conocida como la Transición, se merece todos los galardones habidos y por haber. 

En el podio de los tres primeros se coló, inopinadamente, el documental Un hombre libre, dirigido por Laura Hojman, que consiguió tres Premios ASECAN, en concreto por los conceptos de Mejor Producciòn de No Ficción (lo que antiguamente llamábamos simplemente Documental…), Mejor Música Original y Mejor Guion de Cine (para Laura Hojman, la directora). Hojman ya nos había dado muestras de su talento en anteriores empeños documentales en los que nos habló de figuras señeras como Antonio Machado, pero también de otras personalidades mucho menos reconocidas, como María Lejárraga, la que fuera “negra” de su marido, Gregorio Martínez Sierra, y ahora recupera también la figura de un hombre muy poco conocido en España, el escritor exiliado Agustín Gómez Arcos, quien sin embargo fue toda una estrella cultural en la Francia de finales del siglo pasado, llegando a ser varias veces finalista del Premio Goncourt, el más prestigioso de las letras galas (lo que son palabras mayores, por supuesto…).

El tercer puesto de ese hipotético podio lo ha ocupado Golpes, el thriller ambientado en la Transición, con irisaciones sociales, con el que ha debutado en la realización cinematográfica el hasta ahora guionista Rafael Cobos (habitual colaborador como tal de Alberto Rodríguez), aunque ya se había estrenado en esa faceta en la serie de Movistar+ El hijo zurdo. Su film se llevó dos Llamas, uno a la Mejor Película y otro a la Mejor Dirección Novel.

Otros títulos se tuvieron que conformar con una Llama, como El cielo de los animales, la nueva y peculiar (bueno, todas las suyas lo son…) película de Santi Amodeo, que se llevó, ex aequo, el Premio a la Mejor Interpretación Femenina para Paula Díaz, que ciertamente estaba cantado, compartiéndolo con la sueco-sevillana Ingrid García-Jonsson, por su interpretación de Tamara (la mala) o Yurena, en la serie Superstar. Ese ex aequo se repitió en el premio ASECAN a la Mejor Dirección de Cine, que fue otorgado en comandita a Alberto Rodríguez, por su thriller/aventura/drama Los tigres, y Fernando Franco, por su thriller de terror Subsuelo.

También hubo premios para los cortos, que correspondieron a Las malas, de Elisa Moreno (No Ficción), Las pardas, de Simone Sojo (Ficción), y otros conceptos, como Mejor Canción Original, que fue para la ídem del documental Senegal, un sueño de ida y vuelta, Mejor Libro sobre Cine, para Sexo e Historia de la comunicación, de María del Mar Ramírez Alvarado (Ed.), Labor Informativa, para Bruto Pomeroy, y la Labor de Difusión del Cine para la Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya, la prestigiosa ESCAC, que sorprendió en principio por su no adscripción andaluza, hasta que se explicó por parte de los presentadores que durante este año ha impartido alrededor de sesenta cursos de formación cinematográfica por toda Andalucía, de la mano, por cierto, de la propia ASECAN, en los cursos conocidos como OFF ESCAC. El palmarés se cerró con la Llama a los denominados Otros Formatos, que recayó en el podcast Anochece que no es poco.

El premio de Honor, tan merecido, fue para la directora, productora y guionista Pilar Távora, historia viva del cine andaluz, un cine andaluz que ella reivindicó y recordó cuando, no hace tanto, nadie creía en él. La presidenta de ASECAN, Lourdes Palacios, por su parte, también dijo unas palabras para centrar la ceremonia, agradecer los patrocinios y hablar de la Asociación y de lo que representa en el actual panorama del cine andaluz, reivindicando su esencial papel en él.

Ya que estamos con reivindicaciones, que siempre las hay en todas las galas (y cuando no las hay, mala cosa, algo falla…), citaremos algunas, como la de Laura Hojman, la triple ganadora con Un hombre libre, para que se fomente y cuide el cine “hecho en los márgenes”, el cine independiente que busca (aparte de un cierto retorno en taquilla, que a eso no renuncia nadie, como es lógico…) explorar caminos, contar historias diferentes, hacer otro tipo de cine. También Lola Buzón, una de las dos presentadoras “alternativas” (junto con Carmen Orellana), que hicieron su divertido numerito en plan petarda, que ya es un clásico en los Premios ASECAN, se puso seria para reivindicar que haya papeles para mujeres “raras”, que se salgan de la norma, como ella, mujer trans. 

La ceremonia, recuperado el formato de almuerzo en torno a grandes mesas circulares, olvidado el del año pasado (donde el guirigay de la celebración bien en pie, bien en mesas altas, deslució bastante la gala), volvió por sus fueros en cuanto a organización y claridad, con Marta Jiménez y Miguel Ángel Parra como principales conductores, amén de las mentadas Lola Buzón y Carmen Orellana.

Felicitaciones a Lourdes Palacios, como presidenta de ASECAN, a su Junta Directiva y a todo el equipo que hizo posible la gala, siempre hecha con muchísimo esfuerzo no siempre reconocido. Que se haga cada año esta ceremonia, a veces, colinda con el milagro. Felicidades a todos, pues; y al cine andaluz, por supuesto, que sigue pujante y vigoroso.

Ilustración: Manolo Solo y Álvaro Morte, en una escena de la serie Anatomía de un instante, la producción audiovisual más premiada en los 38 Premios ASECAN-Cine Andaluz.