Pelicula:

En 1981 José Luis Garci consigue un éxito de crítica y público con El crack, que adaptaba el universo del cine negro a la España, al Madrid de principios de los años ochenta, haciendo una afortunada síntesis entre clasicismo y modernidad, tradición yanqui y españolidad. Tras ello el cineasta rodaría Volver a empezar (1982), melodrama con el que obtendría sensaciones contradictorias; por un lado, consiguió el Oscar a la Mejor Película en Lengua No Inglesa, primera estatuilla para una película española; por otro, y con razón, la crítica fue muy ídem con este melodrama blandengue y sacarinoso, más propio de una telenovela que del sobrio autor de El crack. Así las cosas, Garci optó por volver al universo de Germán Areta, el investigador privado protagonista de su anterior película.

Areta es visitado en su despacho por un hombre, Miguel Sampedro, que le pide busque al que fuera su pareja, Alfonso, que le ha abandonado hace algún tiempo sin dar explicaciones. Las indagaciones de Areta le hacen ver que existe un asunto muy oscuro de por medio, con medicamentos adulterados con los que cierta farmacéutica se está lucrando. Pero en sus investigaciones Areta está pisando callos muy peligrosos...

Tiene El crack dos el mismo tono de la primera parte, y aunque quizá ligeramente inferior, lo cierto es que reconforta encontrarse de nuevo en este universo de detectives cañís, de castizos escenarios como gimnasios de boxeo, peluquerías de antaño, bares sin tonterías, y en el aspecto argumental, historias que recuerdan los mejores films de cine negro, aunque ciertamente al nivel de Garci, que no se puede decir que fuera Fritz Lang o Howard Hawks, pero ciertamente sabía hacer cine de este tipo.

El resultado es aparente, agradable, revisitando algunas de las constantes que la primera parte estableció para este “universo Areta”: una primera escena de violencia que el detective de ojos tristes habrá de resolver de forma harto expeditiva, una investigación en la que se tira de hilos arriesgados, el alevoso asesinato de alguien muy próximo y querido al protagonista, la navidad como paisaje temporal en algún momento de la trama... pero todo ello, con ser conocido, no termina en sensación de “déjà vu”, sino que produce en el espectador la sensación de algo confortable en el que se siente cómodo, a gusto.

Buen trabajo de nuevo de Alfredo Landa, él solo ya la mitad de la película, un trabajo desde la mirada, con pocas palabras, las precisas, en un personaje resolutivo y sin trastienda, heredero de muchos de los roles “duros” del buen cine negro americano clásico. Del resto nos quedamos, además del siempre eficaz Miguel Rellán, que compone uno de los personajes por los que tiene ya un lugar asegurado en la Historia del Cine Español, con el gran José Bódalo, maestro de actores, y con Agustín González, que tiene solo una escena, pero qué escena... Arturo Fernández confirma aquí su enorme talento cinematográfico, ya demostrado en sus películas de los años cincuenta y sesenta, aunque después el asturiano decidiese decantarse por un personaje ramplón que el público confundía (y él lo alentaba...) con él mismo.

(13-10-2019)


El crack dos - by , Oct 13, 2019
3 / 5 stars
Regreso al universo Areta