Para hacer una buena comedia es necesario tener un buen guión, una historia más o menos original, unos estupendos actores, medios para llevarla a cabo y un realizador que sepa reconvertir todo ello y transformarlo en un film excelente.
El favor, el reloj y el gran pescado, un extraño título que por esta vez al menos es traducción exacta del original, aunque no le encontremos mucho sentido, sobre todo a lo del pescado, posee algunas de esas cosas antes mencionadas.
Se base en una novela del escritor Marcel Ayme, Rue Saint-Sulpice, que el director polaco Ben Lewin, reciclado en Australia, quien aprendió cine en Inglaterra y ahora dirige esta cinta en Francia, se ha encargado de convertir primero en guión y después en celuloide. Con esta hace su segunda película (la primera fue Georgia en 1988).
Como apuntábamos antes esta cinta posee un guión mediocre que extrae una original idea de la novela de Ayme, con un asunto que al menos se sale de lo corriente. Un fotógrafo de un estudio de estampas religiosas se enamora de una dobladora de cintas porno y todo se complica con un tercer personaje, un pianista que también quiere a la chica.
Al film le falta la fuerza de un director con más experiencia, más ducho en estas lides, ya que tiene un reparto de buenos actores a los que no ha sabido sacarle todo el partido posible, narrando la historia sin convencimiento y con poco sentido del humor
El favor, el reloj y el gran pescado -
by Francisco Casado López,
Apr 08, 2013
1 /
5 stars
Le faltan cualidades
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