Una comedieta hispana de la época franquista es lo que supone este producto manufacturado por Pedro L. Ramírez, un artesano que realizó a lo largo de su carrera un buen número de películas en la más ortodoxa línea del régimen, de la comedia simplona a los policíacos de pacotilla, pasando por “westerns-chorizo” e incluso terror hispano. Sus mentores fueron Rafael Gil, uno de los directores/emblema del franquismo, y Vicente Escrivá, que también lo fue, aunque después evolucionó hasta hacer, incluso, filmes de destape como La lozana andaluza. Precisamente Escrivá es quien firma el guión de este El gafe.
Cuenta Ramírez la historia de un hombre de excelentes cualidades humanas pero que tiene la desgracia de ser un gafe, una persona que todo lo que toca o se relaciona con él se desgracia. Tan curiosa circunstancia será aprovechada por un amigo algo desaprensivo, que pretende “industrializar” ese llamémosle don; por supuesto, su tono es declaradamente humorístico, y su intencionalidad, como en casi todas las comedias de la época, era de carácter edificante. Pero es cierto que la sonrisa aparece con facilidad, y aunque envejecida, la película tiene un tono agradable. A esa benevolencia del espectador contribuye la aparición al frente del reparto de un actor como José Luis Ozores, un hombre que no llegó a ser descubierto en sus verdaderas posibilidades, pero que, de todas formas, en las comedias en las que intervino dejó claro que era un auténtico monstruo interpretativo. La invalidez, primero, y la muerte, después, cortó macabramente la carrera de un actor de primera línea.
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