Pelicula:

El algecireño Ángel Gómez Hernández, que nos sorprendió gratamente con Voces (2020), su primer largometraje, tras varios años haciendo multipremiados cortos, sin embargo esta vez nos ha defraudado con esta endeble El hombre del saco. Quizá el relativo fracaso económico de aquel primer largo (poco más de medio millón de euros de recaudación, no llegando a los cien mil espectadores. Fuente: web del Ministerio de Cultura) haya hecho que Gómez tenga que continuar su carrera cinematográfica con este terror de serie, un terror en el que, estando de por medio Santiago Segura (a través de su productora Bowfinger International Pictures), tiene que haber niños, que para eso el cineasta y productor madrileño ha encontrado su gallina de los huevos de oro con las películas con tiernos infantes.

La película se inicia con un prólogo de época, contándonos que en la localidad de Gádor, en la comarca del Andarax, en Almería, allá por 1910, se produjo un horrible caso de infanticidio, con la desaparición de un niño que sería asesinado alevosamente por un tipo al que finalmente se le capturaría y ajusticiaría con garrote vil; aquel atroz suceso se hizo tan conocido que los padres y madres asustaban a sus hijos para que fueran obedientes diciéndoles que, si no lo eran, vendría a por ellos el hombre del saco (en otras versiones el sacamantecas, una variante del asesino en cuestión). Con esa tradición, que nos es mostrada en un prólogo, pasamos a nuestro tiempo, y conocemos a Claudia, una mujer recientemente enviudada, de profesión sanitaria, que ha aceptado un puesto de trabajo en el centro de salud de Gádor, localidad a la que se muda con sus tres hijos: Sergio, el mayor, como de 17 años; Alicia, como de 15; y el pequeño Lucas, en torno a los 9 ó 10. Cuando llegan al pueblo se enteran de que están desapareciendo chicos y chicas, niños y adolescentes, y no se sabe por qué. Los chicos de la familia, junto a otros del lugar, empezarán a indagar sobre qué está ocurriendo en el pueblo con tantas desapariciones, sin saber que ellos podrían ser los siguientes…

Lo cierto es que, y ya lo lamentamos, no es esta la película que nos hubiera gustado ver de Gómez tras su estupenda Voces; aquí falta todo lo que allí había, que era, sobre todo, sutileza, gradación del terror y una sugestiva utilización de las nuevas tecnologías en el género, con excelentes resultados. Aquí, cuando uno de los chicos protagonistas resulta ser un youtuber del tres al cuarto, creímos que por ahí vendría la utilización de los nuevos medios tecnológicos para crear atmósferas terroríficas, pero pronto nos damos cuenta de que no hay nada de ello en la película, siendo un elemento más, más bien amorfo, incluso claramente desaprovechado.

Resulta llamativa la evidente intención de los guionistas (entre los que se encuentra el propio Gómez, que no puede soslayar su responsabilidad) de evocar en la película, de forma incluso un tanto grosera, algunos títulos tan populares como Los Goonies, con su panda de mocosos metidos en un fregado misterioso, e incluso, tirando por elevación, recordando la famosa serie Verano azul, de la que incluso se copia (u homenajea, si queremos decirlo más benévolamente…) las correrías de los chicos y chicas en bicicleta, aquí en pos de una, eso sí, peculiarísima rama de zahorí.

La historia es predecible, con los consabidos tópicos sobre entes fantasmagóricos, casas encantadas, portales a otras dimensiones que se abren y cierran según convenga a los guionistas, y, por supuesto, los al parecer inevitables sustitos, que en la anterior película del director apenas existían, y aquí sin embargo campan a sus anchas.

Hay algunos detalles interesantes, es cierto, como la aparición de luciérnagas como heraldos del hombre del saco, preanunciándolo para que el espectador (que no el desprevenido personaje…) sepa que el asesino ronda ya a su siguiente víctima. También, a la manera en la que en It (tanto en la novela de Stephen King como en el díptico cinematográfico homónimo de Andy Muschietti), el ente malvado se nutría del miedo de los niños, aquí Gómez y sus guionistas hacen que (atención: ¡spoiler!) el hombre del saco se alimente de la culpa de los críos, y solo la declaración en público de esas culpas servirá como poderosa arma contra sus malas artes.

No es suficiente, nos tememos, para poder salvar este por lo demás correcto producto comercial, que además no parece, por las cifras de recaudación que se conocen, que vaya a hacer ricos, ni muchos menos, a sus productores. Así que Santiago Segura tendrá que volver a sus comedietas con niños repelentes, repipis o resalaos (o las tres cosas a la vez…).

Trabajo estándar del equipo interpretativo; los niños y adolescentes tienen desparpajo pero parece que todavía les queda bastante por aprender. Eso sí, el pequeño Iván Renedo, bragado ya en terrores varios, tiene una notable capacidad para sufrir y para hacérnoslo llegar a nosotros, los espectadores. Macarena Gómez y Manolo Solo, los dos intérpretes adultos más conocidos, están bien, profesionales: seguramente tampoco se les pedía más… En cuanto a Javier Botet, hace su enésimo monstruo, en este caso sin que se le vea ni un milímetro de piel (en todo caso, una parte de un ojo, si es que es el suyo…).


Género

Nacionalidad

Duración

91'

Año de producción

Trailer

El hombre del saco - by , Aug 19, 2023
1 / 5 stars
Los Goonies en Almería