Lo malo de esta película no es tanto el aburrimiento que, en general produce, con un tema que no interesa mayormente, ni su tono antiguo, rancio, pasado de moda. Lo peor quizá sea el hecho de darse cuenta de que todos los actores de relumbrón, auténticas vacas sagradas, que participan en ella (Robert De Niro, Harvey Keitel, F. Murray Abraham, Gabriel Byrne), van “con el piloto automático puesto”, declamando sus textos con voz engolada pero sin poner interés ni sentimiento alguno en ellos. Suena todo a película costeada (para los parámetros económicos europeos, se entiende), con algunas estrellas de relumbrón que repiten por enésima vez sus gesticulaciones más conocidas, pero sin implicarse emocionalmente en los personajes.
Hay, ciertamente, un esfuerzo de producción, una interesante escenificación de una época, el siglo XVIII en las colonias españolas en América, poco llevada al cine. Pero Mary McGuckian, la directora, novel en esta plaza (aunque con algunos largometrajes teñidos de irlandesismo irredento en su haber) no ha sabido sacar partido de estos buenos mimbres, y la historia de estos cincos desdichados que mueren al romperse el puente de San Luis Rey, en Lima, no termina de llegarnos al corazón, ni siquiera a la mente.
Menos aún el proceso inquisitorial posterior, un juicio por herejía contra el franciscano que indagó en la vida de los cinco fallecidos buscando un punto de encuentro, para conocer si fue el azar, o tal vez la mano de Dios, la que estuvo tras el evento. No será, desde luego, con este tipo de cine pesado y aburrido con el que Europa podrá plantar cara al cine de Hollywood.
El Puente de San Luis Rey -
by Enrique Colmena,
Jan 01, 2005
1 /
5 stars
Con el piloto automático
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